ANDALUCÍA

El pueblo amurallado mejor conservado de Andalucía tiene 40 torres, un castillo árabe y se enclava a orillas de un precioso río

Cuenta con una muralla almohade de casi dos kilómetros y 5 puertas fortificadas.

Un pueblo de Huelva que te enamorará.

Un pueblo de Huelva que te enamorará. / Istock / Lux Blue

Alba Armida

‘Para hacer bien el amor hay que venir al sur’, que decía la Carrá y nosotros allá que nos vamos, hasta la provincia de Huelva. Hoy no visitamos su capital (aquí te dejamos información por si tienes 24 horas para visitar la ciudad), ni el pueblo más pequeño de la provincia… nuestros pasos nos van a llevar al pueblo amurallado mejor conservado de Andalucía, que tiene 40 torres, un castillo árabe y se enclava a orillas de un precioso río.

A orillas del sorprendente río Tinto descubrimos Niebla, un destino que combina historia, patrimonio y naturaleza en un solo enclave. Con un total de 40 torres que se alzan imponentes sobre el paisaje, un castillo árabe de origen medieval y una ubicación envidiable junto al famoso río de aguas rojizas, Niebla es el destino perfecto para una escapada de fin de semana.

La historia de Niebla se remonta a tiempos remotos, siendo un asentamiento fenicio que se desarrolló como una ciudad importante en la época romana. Sin embargo, fue durante la dominación islámica cuando el pueblo alcanzó su máximo esplendor. La fortaleza medieval fue construida por los árabes en el siglo XI y aún conserva gran parte de su estructura original, incluida la impresionante muralla que rodea el casco antiguo.

La muralla (que nada tiene que envidiar a estas otras de España) fue construida con piedras de la zona, tiene una longitud de casi dos kilómetros y destaca por su buen estado de conservación. Con un total de 40 torres defensivas y 5 puertas fortificadas, el pueblo tiene una imagen de fortaleza invulnerable. Y resulta curioso descubrir que el diseño de la muralla no solo fue ideado para proteger al pueblo de los ataques enemigos, sino también de las inundaciones provocadas por el río Tinto.

El castillo árabe: un imprescindible de Niebla

En el centro de Niebla se alza el castillo homónimo, una fortaleza de origen árabe que fue ampliada y restaurada por los cristianos después de la Reconquista. El castillo, de planta rectangular, fue durante siglos la residencia de los nobles de la zona y hoy constituye uno de los emblemas de la localidad que permitirá al viajero conocer más sobre el pasado medieval de Andalucía.

La parte más interesante del castillo es su torre del homenaje, puesto que nos permite disfrutar de una espectacular panorámica tanto del pueblo, con su recinto amurallado, como del río Tinto. Además, la fortaleza alberga un pequeño museo que ofrece información sobre la historia del lugar, desde la época romana hasta la Reconquista.

El río Tinto: espectáculo natural

Uno de los elementos que hace único a Niebla es su ubicación junto al río Tinto, que suele causar cierta fascinación debido a su singular color rojizo, resultado de la alta concentración de minerales en sus aguas. Este fenómeno natural convierte al río en un espectáculo visual impresionante, que añade un toque mágico a la belleza del pueblo. El río Tinto es conocido por su ecosistema peculiar, con una flora y fauna adaptada a sus condiciones extremas.

El viajero que se acerca hasta Niebla debe pasear por su muralla, recorrer la totalidad del perímetro amurallado y subir a las diferentes torres. Y, dentro del pueblo, resulta imprescindible perderse por el casco antiguo, que conserva intacta su esencia medieval. También el senderismo es otra de las actividades imprescindibles, puesto que existen diversas rutas que permiten explorar los alrededores del pueblo, pasando por campos de olivos, bosques de pinos, molinos de agua y paisajes fluviales salpicados por los restos de la arquitectura industrial vinculada a la minería del río Tinto.

En definitiva, Niebla es, por méritos propios, el pueblo amurallado mejor conservado de Andalucía, con sus 40 torres, un castillo árabe y a orillas del río Tinto. Una auténtica joya que hay que ver y disfrutar... y si ya es con un poquito de jamón de Huelva que llevarse al estómago, la experiencia estará completa.

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