Llega el mes de marzo en el puerto de Caleta de Vélez (Vélez Málaga), y con él la acostumbrada parada biológica, un tiempo necesario para que las especies marinas se desarrollen. Unos días clave para garantizar un mayor volumen de capturas durante el resto del año, pero que también supone un inconveniente para los pescadores que se ven sin las compensaciones del Fondo Europeo de la Pesca (FEP).

Y es que por tercer año tienen que afrontar este periodo sin contar con las ayudas de los fondos europeos, que estaban contemplados desde el 2006 hasta el 2013, pero que en el año 2010 ya se acabaron. La fórmula que adoptaron los armadores el pasado año fue recurrir a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, para que al menos los tripulantes puedan cobrar el desempleo, y que repetirán en esta ocasión. Una medida que, sin embargo, no beneficia a los autónomos, que tienen que seguir haciendo frente a otros gastos como el pago de la Seguridad Social o el de las mensualidades de las embarcaciones. La modalidad afectada es la de cerco, que sobre todo captura especies como el boquerón, la sardina, la caballa o el jurel.

En Caleta de Vélez, uno de los puertos pesqueros más importante de la provincia, cuentan con 16 embarcaciones y salen a la mar unos 160 trabajadores. La crisis económica también se dejan notar para los que viven de su trabajo en el medio marino. Las ventas este año son algo más bajas que en los anteriores, de 1.500 euros por día, cuando hace dos años podría rondar casi los 2.000 euros.

Una de las esperanzas del sector es la solicitud por parte de la Consejería de Pesca de acogerse a los fondos europeos correspondientes al próximo periodo, el 2013-2020. «Debemos conservar el paro biológico, ya que es necesario que se deje un respiro al mar para el desarrollo de las especies», indicó el presidente de la cofradía de pescadores de Caleta de Vélez, José Luis Guerrero. Según cifró Guerrero, las compensaciones por la inactividad por la parada en años anteriores se han cifrado en torno a los 1.100 euros por tripulante, mientras que por embarcación depende del tonelaje, ya que por ejemplo uno de 22 percibe unos 5.600 euros.

Ya durante el año 2010, los pescadores se encontraron con la noticia de que no iban a contar con las subvenciones europeas, que se cifraban en cerca de siete millones de euros para la provincia malagueña, ya que se habían agotado.

Y es que el pasado 2011 no ha sido un año muy bueno para los pescadores. Debido en parte a los temporales que impidieron salir a faenar a los barcos así como las mareas rojas que azotaron el litoral malagueño en los meses de julio y diciembre y que prohibió a los marisqueros la captura de los moluscos. Por ello, la mayoría miran hacia la mar y con la vista puesta en los próximos meses, como fundamentales para recuperarse económicamente.