Demasiado calor para comerse un plato que suele apetecer con el frío, si es con lluvia, mucho más. Era la frase que hasta los efectivos de Protección Civil repetían ayer, en la celebración de la XXXI Fiesta de las Migas de Torrox. Explicaban así que 20.000 personas visitaran ayer la localidad, frente a las más de 30.000 de ediciones anteriores. Pero también cuenta la crisis, porque el litro de combustible se ha disparado este año y son miles los visitantes que se desplazan desde otras provincias.

Hasta en el pregón que ofreció, pasadas ya las dos de la tarde, el presidente de Cruz Roja en Málaga, Antonio Morales, se recalcó la complicada situación económica que atraviesan la familias andaluzas y por extensión del resto de España.

No obstante, pese a que se registraron ayer temperaturas superiores a 23 grados, excursiones procedentes de al menos cuatro de las provincias orientales de la comunidad autónoma contribuyeron al éxito de la celebración. Como también hicieron más de 150 colaboradores que cada año se unen al contingente de trabajadores municipales para que nadie se quede sin probar su ración de migas, con ensaladilla arriera -naranjas, tomate y aceitunas, entre otros ingredientes- y vino dulce del terreno.

Eso sí, el alcohol se tomó con bastante moderación entre los turistas que luego tenían que regresar a casa. La Guardia Civil volvió a poner en marcha desde muy temprano un dispositivo «disuasorio» con varios controles de alcoholemia en las salidas del casco histórico torroxeño.

En el apartado folclórico, le dio color a la jornada la agrupación local de Coros y Danzas, sobre el escenario de la plaza de la Constitución que luego dio paso a pinchadiscos para convertir la tarde en una fiesta de música electrónica para el público juvenil. Para entonces ya habían empezado a tomar el camino de regreso muchos visitantes.

Uno de los turistas desplazados desde tierras jienenses, José López, llevaba casi diez años sin visitar Torrox con motivo de esta fiesta gastronómica: «Me gusta mucho este pueblo, porque cuando era más joven veraneaba en El Morche, donde tenéis las playas con más arena de Málaga».