Gerente de la empresa de suministros agrícolas Agrotrapiche en Vélez Málaga, Medina ocupa la vicepresidencia de la recién constituida Asociación de Productores de Frutas Tropicales; que esta semana celebró su primera asamblea general y designó a su junta directiva. Alrededor de un 90% de sus socios forman parte de la Costa del Sol y la Tropical granadina.
¿Qué les ha empujado a un grupo de agricultores y técnicos a crear una asociación de productores de tropicales en la Axarquía?
Sobre todo nace por la inquietud de muchos agricultores que hablamos y comentamos en distintas tertulias los problemas que sufre el sector. Y tras muchas reuniones decidimos crear una voz conjunta de cara a las administraciones. En diciembre organizamos un primer encuentro y acudieron ocho o diez agricultores y en el tercero acudieron ya unos 150. Ahora podemos ser cerca de 230 socios.
¿Qué problemas se encuentran en el día a a día?
Uno de ellos son los robos en el campo, que son continuos; después está la recogida de fruta verde, sobre todo el mango porque a los comercializadores les interesa llegar de esta forma al mercado, pero nosotros queremos que llegue con calidad. Hay fruta que se comercializa en España y Europa que aunque venga de otros países se vende como si fuera de origen español. Y sobre todo, la falta de medidas fitosanitarias y control de plagas. En otros países hay plagas para las que se usan productos registrados que aquí no se pueden utilizar porque en España no hay. Pero hay fruta que procede de otros países que viene con esos pesticidas aplicados y se puede comercializar en Europa de forma legal, pero la española no puede tener esos residuos porque se infringe la ley y nos pueden sancionar.
¿Supone una desventaja el hecho de no poder usar dichos pesticidas?
Podría ser todo lo contrario, ya que el aguate de origen español está libre de residuos. Pero no se aprovecha como ventaja comercial y hay que sacar partido al inconveniente de no tener esas armas de control fitosanitario. Uno de los grandes proyectos que tenemos es la creación de una denominación de origen. Se establece un consejo regulador y se ponen las normas de producción y comercialización para que el producto vaya con este marchamo. Así se conquista el mercado, porque ofreces calidad, se aporta una garantía, una certificación. Pero esto requiere un proceso muy largo.
También el colectivo nace con vocación de asesorar a los agricultores...
Queremos crear un departamento para aunar criterios comunes en cuanto a variedades, formas de abonar, regar... Y esos criterios, una vez que se pongan en común, trasladarlos al agricultor para que tenga una información concreta y no de varias fuentes. Hay que tener en cuenta que estos cultivos son de reciente instalación, de hecho el mango lleva poco tiempo aquí. Y recibimos información de otros países con condiciones climatológicas muy distintas a la nuestras, y consecuentemente se trabaja de forma distinta. Aún estamos aprendiendo.
La oleada de robos en los campos también os preocupan. Asaja exige que estos hurtos, que no se consideran como delitos si no superan los 400 euros; sean considerados como tales. ¿qué opina al respecto?
El agricultor cuando ve que le han robado aguacates o mangos no piensa sólo en el valor de la producción, sino muchas veces en el año que lleva trabajando. La ley tiene deficiencias en este sentido al definir estos robos como hurtos, ya que son mucho más graves debido a que es muy complicado proteger el campo. Es tan fácil que debería estar más castigado.
¿Qué les diferencia respecto a otros colectivos?
Somos una voz independiente respecto a otros asociaciones de productores o sindicatos agrarios, que engloban a toda la agricultura general como Asaja o Upa. Nos centramos en nuestros productos y la defensa de los cultivos tropicales. Y en lo que se refiere a la relación con las administraciones públicas, hay que decir que la mayoría de nuestras reivindicaciones se dirigen hacia ellas.
@JuanjoZayas
