La próxima semana se cumple un año desde que el Ayuntamiento de Vélez Málaga decidiera suspender el servicio del tranvía debido al excesivo coste de mantenimiento. Aún así, la sustitución por nuevas líneas de autobús tampoco ha cumplido las expectativas del actual Gobierno de fomentar el uso del transporte municipal llegando a nuevos barrios de la ciudad.

A pesar de que aún no se han comunicado los datos del balance de viajeros del pasado año, se estima que el déficit económico pueda ser superior al millón de euros, que fueron los números del 2011, con 676.000 pasajeros. «Ha habido una caída importante en el transporte por la crisis, teniendo en cuenta que en Málaga capital ha sido de un 12%», un porcentaje que el alcalde veleño, Francisco Delgado Bonilla (PP), estima que se dará también en Vélez.

El 4 de junio de 2012 empezó el nuevo servicio de autobús, con siete vehículos para cubrir cuatro líneas: tres entre Vélez y Torre del Mar y una entre Caleta y Almayate. Con el tranvía funcionaban además tres autobuses para comunicar con los núcleos costeros. Pero los largos tiempos de espera obligaron a hacer un nuevo cambio en octubre, quitando uno de los dos vehículos de la línea costera para reforzar la del interior.

En estos momentos, el Ayuntamiento estudia nuevas modificaciones para incentivar la utilización del transporte público: una nueva línea circular por el casco veleño, con un transporte adaptado para el trazado de estrechas calles o la supresión de varias paradas. «Incluso estamos estudiando suprimir la línea de la costa, porque apenas registra viajeros», informa el regidor.

El problema también radica en que muchos veleños siguen sin decidirse por este transporte por varios motivos. «Los autobuses no cumplen con los horarios; al menos el tranvía era puntual y había bastantes personas acostumbradas a cogerlo» comenta Carmen Abad, vecina del municipio.

«Hay veces en que te puedes tirar esperando a los autobuses hasta veinte minutos más», comenta Juan Manuel Bueno, vecino de Vélez, en la estación situada junto al mercado minorista. «Muchas personas mayores preferían el tranvía, era mucho más cómodo y adaptado que los autobuses de ahora, y les venía muy bien para poder ir al hospital», comenta Idoia Blanco, otra vecina.

Algunos vecinos también son conscientes de que el que fuera el primer sistema tranviario de Andalucía no fue el modelo más adecuado de transporte para la capital de la Axarquía. «Igual de negativo fue pararlo como en su día decidir ponerlo aquí, porque apenas ha tenido el número de viajeros que se esperaba», señala el vecino Francisco Bueno.

El caso es que tras una inversión de unos 40 millones de euros, tanto en las infraestructuras como la compra de las tres unidades, las vías siguen abandonadas. Son los vestigios de lo que fue una vez el tranvía circulando por las calles de Vélez Málaga.

Un transporte con un futuro incierto en Andalucía

La apuesta por el modelo tranviario no sólo ha sido un fracaso en Vélez Málaga. Los que se han ido implantando con posterioridad en otras ciudades de Andalucía tampoco parecen que les aguarde un futuro mucho más esperanzador que el que funcionó en la capital de la Axarquía y que fue paralizado en junio del año pasado.

Uno de los ejemplos se encuentra en el de Jaén. A pesar de que hace más de dos años que terminaron las obras, y que han supuesto un coste de cerca de 120 millones de euros para la Junta de Andalucía, aún no se ha puesto en marcha. Un trazado de unos 4,5 kilómetros que no parece que los jiennenses vayan a ver como se pone en marcha.

Uno de los principales motivos de este estancamiento sería el elevado coste para las arcas municipales que supondría el mantenimiento. Es por ello que el alcalde de la ciudad, José Enrique Fernández de Moya, al igual que defiende su homólogo en Vélez, Francisco Delgado Bonilla; condicionan su funcionamiento y su sostenibilidad económica a que la administración autonómica asuma parte de los costes de explotación al servicio, hasta el 50%.

Por su parte, el tranvía de la Bahía de Cádiz, que unirá San Fernando, Cádiz y Chiclana también

va con retraso ya que se esperaba que se inaugurase este año. Ahora se espera que funcione para finales de 2013 entre Cádiz y San Fernando, tras una inversión de 35 millones de euros y con el fantasma de que sea insostenible económicamente.

Por ahora, el que funciona es el de Sevilla. Sin embargo, las obras para comunicarlo con Alcalá de Guadaira se encuentran paralizadas al 75%, tras gastar 73 millones, por el parón en la construcción pública.

@JuanjoZayas