La finca experimental La Mayora, convertida en Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Málaga, goza de «buena salud». Hace una década sí que se replanteó su futuro y se temió por la continuidad de ciertas líneas de investigación. «Pero en virtud del convenio suscrito con la UMA hemos duplicado el número de investigadores hasta elevarlo a 30».

Así de rotundo se mostró ayer su gerente, Antonio Cordón, que responde a la nota de prensa emitida el día anterior por la asociación de productores de subtropicales en la que ponía en cuestión el futuro de la finca por la falta de recursos.

«Agradecemos de manera pública el apoyo que nos ha prestado la nueva asociación que agrupa a los productores de subtropicales, es señal de que estamos en la sociedad malagueña y de que ésta se preocupa por nosotros. Y al mismo tiempo eso significa que se están cumpliendo objetivos y que se nos aprecia por nuestras líneas de investigación para hacer más competitiva la agricultura axárquica en particular. Pero la crisis que sufre el CSIC no es específica de La Mayora, de estas instalaciones de Algarrobo», aclaró este responsable de coordinar uno de los centros de referencia del sur de Europa en materia agrícola.

La Mayora incluso está en proceso de expansión y el último año se ha planteado generar una línea de trabajo para incrementar la productividad de sus instalaciones. Tras más de medio siglo de vida, la producción experimental podría compaginarse con una línea productiva que sirviese para introducir en los mercados nuevos subtropicales, explicaba ayer Cordón.

Además de la colaboración con otras universidades internacionales, mediante acuerdos para proyectos específicos, La Mayora lamenta la falta de una mayor implicación de la Junta de Andalucía en la puesta en marcha de iniciativas. «Faltan los proyectos de antaño de la Consejería. Ojalá que en un futuro próximo podamos recuperar lo que durante años ha sido una realidad», indica el gerente.

La Mayora nació hace más de medio siglo en el marco de un programa internacional de cooperación entre los gobiernos alemán y español. Científicos teutones decidieron instalarlo en Algarrobo Costa por las temperaturas más suaves de todo el continente europeo. Parte del milagro del subtropical axárquico, que se ha situado a la vanguardia mundial por su calidad, parte de los laboratorios de esta finca.

«Sólo nos falta que las empresas comercializadoras inviertan un poco más. Hasta ahora siempre han tenido gratis nuestras investigaciones. Pero lo ideal es que contribuyan también a financiar los proyectos de los que luego son beneficiarias directas», finalizó el propio Antonio Cordón.