La revisión catastral en Rincón de la Victoria no se producía desde finales de los 90, lo que ha empezado a provocar estragos entre gran número de vecinos. A pesar de las medidas que se han puesto en marcha para compensar los incrementos que han experimentado los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), muchas familias han empezado a detectar en el último mes que la base liquidable de sus inmuebles, tras el «catastrazo», se elevaba hasta en un 100%.

Los vecinos sostienen que este aumento se debería haber planificado de otra manera, porque la información del estado de sus casas se ha notificado en «plenas fechas vacacionales», sin opción en muchos casos a exigir las oportunas correcciones. Incluso se apunta a que no es normal que, al margen del decreto del Gobierno central aprobado en 2012, la Dirección General del Catastro dependiente del Ministerio de Hacienda tarde década y media en actualizar los números en un municipio.

Una vecina mostraba ayer su recibo, donde el valor catastral del suelo de su inmueble había subido de 7.990 euros a 19.969 euros; y el valor de la construcción, de 14.966 euros a 23.525 euros. De esa manera, la base liquidable total había pasado de 22.957 euros a 43.495 euros. «En el recibo, de pagar 206 euros ahora tengo que abonar 240 euros. Y en la misma carta se me indica que por la ayuda municipal al empadronamiento me han bonificado apenas 14 euros», explicaba.

El asunto se ha convertido ya en el principal tema de conversación en el municipio. Como prueba, el debate público que trascendió al ámbito provincial entre los dirigentes populares y socialistas. El portavoz del PSOE en la Diputación, Francisco Conejo, visitó el casco histórico rinconero para informar de la situación catastral, en compañía de la portavoz de su formación en el Ayuntamiento, Encarnación Anaya. Aseguró, por ejemplo, que el 48,48% de las viviendas se ha quedado fuera de la subvención del IBI anunciada por el PP en la Diputación de Málaga , justo donde el alcalde rinconero, Francisco Salado, ejerce como portavoz del equipo de gobierno.

Conejo presentó en la sede local del Patronato de Recaudación la campaña Para el PP, no todos somos iguales. Subrayó que de las viviendas existentes en el municipio, un total de 20.750, «10.060 quedan excluidas de la subvención». Y se refirió también a que el 45,76% de casas (9.495) se quedan al margen de la ayuda al IBI de la Diputación porque, aunque cumplen el criterio del valor catastral por debajo de 100.000 euros, «no tienen domiciliados los recibos de pago, uno de los requisitos fijados para poder acceder a esta ayuda».

Conejo explicó que otro 2,72% de las viviendas (565) están excluidas por tener un valor catastral superior a 100.000 euros: «Una cifra que aumentará en los próximos meses porque con la revisión catastral que quiere hacer el Gobierno del PP en el Ayuntamiento, muchas viviendas se colocarán por encima de ese límite». Y finalizó: «El valor catastral de tu vivienda puede ser superior a 100.00 euros y tú estar parado o ser pensionista. No es justo».

El regidor, Francisco Salado, indicó que el PSOE ha ocultado aspectos de la subvención de la Diputación «como que se trata de una subvención progresiva a la que podrá acogerse todo aquel vecino que esté empadronado». Matizó que la cuota media del IBI, que ronda los 356,68 euros, pasará a ser de 282,85 euros una vez aplicada la bonificación, que beneficiará al 46,4% de las viviendas del municipio.

«Los solicitantes de esta ayuda deberán ser personas físicas cuyo inmueble sea de uso residencial. La Diputación ha establecido tramos dentro de las ayudas, que van desde los 15,73 euros para las propiedades con un valor catastral menor a 5.000 euros, hasta los 81,29 euros de las viviendas cuyo valor catastral oscila entre los 75.000 y 100.000 euros. De esta forma no es cierto que genere discriminación ni desigualdad, ya que pagarán más los vecinos con más recursos económicos», explicó ayer el alcalde.

Salado añadió que los vecinos se podrán beneficiar de las bonificaciones propias del Consistorio, que en 2014 serán del 8% del recibo. El regidor apostilló que la táctica del socialista Francisco Conejo es «confundir a la opinión pública, pues quienes quedan fuera de las bonificaciones son las viviendas vacías». Salado recordó que Rincón, ciudad residencial y turística, posee muchos inmuebles de esa naturaleza. «Esas viviendas pertenecen a bancos, promotoras y empresas. Encarnación Anaya, guiada por las directrices de su partido, quiere dar esos recursos a los bancos en lugar de a nuestros vecinos», dijo.