La sala del Ballet de la Cueva de Nerja, que cada año desde que la gruta abrió al público en 1960 alberga las actuaciones del Festival Internacional de Música y Danza, ha recuperado su aspecto original una vez finalizados esta semana los trabajos de eliminación de la grada de hierro que se instaló en ella a finales de los años 70.

Así lo ha dado a conocer este viernes la Fundación Cueva de Nerja, que ha informado en un comunicado del fin de las labores de retirada de esta estructura metálica de hierro soldado, una tarea que ha supuesto la eliminación de más de 20.000 kilogramos de elementos metálicos del interior de la gruta, además de los asientos.

La grada, que hace algunas décadas sustituyó a la pequeña plataforma de madera que cada verano se montaba y desmontaba para acoger los festivales, necesitaba en los últimos años un tratamiento de reparación y mantenimiento de cara al certamen debido al deterioro causado por el paso del tiempo, pero la corrosión provocada por la humedad en el interior de la cueva degradó la estructura hasta el punto de desaconsejarse su uso.

El graderío, con capacidad para 500 personas, estaba apoyado sobre yacimiento arqueológico y espeleotemas, por lo que con su eliminación se ha conseguido además suprimir uno de los principales impactos humanos sobre la cavidad, tanto a nivel visual como de conservación.

Los responsables de la gruta han destacado que con estos trabajos se ha recuperado el paisaje subterráneo a la vez que se ha acometido una de las actuaciones de mayor envergadura que se he llevado a cabo en el interior de una cueva turística en el mundo, en el ámbito de la conservación.

La retirada de la grada se ha desarrollado en tres fases, la primera de las cuales, ejecutada entre el 12 y el 16 de julio, consistió en una actuación urgente de cara a la celebración del 54 Festival de Música y Danza en la que se eliminó una zona que corría peligro de desplome.

La segunda fase, llevada a cabo del 2 al 26 de septiembre, tuvo como objetivo el desmontaje de todos los asientos de la tribuna, mientras que la tercera y última etapa de las obras, ejecutada entre el 2 y el 9 de octubre, ha supuesto el desmontaje del pasillo y otros elementos metálicos accesorios.

La programación de la eliminación de esta grada ha tenido en cuenta la ventilación natural de la cavidad --desde julio los flujos de aire se dirigen desde la Cueva hacia el exterior--, lo que ha permitido eliminar de forma eficaz el impacto humano de la actividad.

Asimismo, desde la fundación se ha puntualizado que también se ha llevado a cabo un control medioambiental específico durante la ejecución de los trabajos y se ha ejercido una protección específica de paneles de arte así como del yacimiento arqueológico y de los espeleotemas.

El proyecto, elaborado por el ingeniero técnico Jorge Gutiérrez Murcia, ha sido autorizado previamente por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha supervisado los trabajos de desmontaje, y se ha ejecutado "con éxito y sin incidencia ni para la cueva ni para sus visitantes".

El presidente de la fundación, Jorge Hernández Mollar; el vicepresidente primero, José Alberto Armijo, y el gerente de la institución, Ángel Ruiz, han visitado este viernes la sala del Ballet junto al arqueólogo que ha supervisado el desmontaje, el profesor de la Universidad de Córdoba y director del proyecto interdisciplinar Cueva de Nerja, José Luis Sanchidrián, con el fin de comprobar el resultado de los trabajos.