La mayor parte de los caladeros de moluscos en Málaga continúan cerrados, debido a las altas concentraciones de la toxina DSP, si bien es cierto que también se han localizado por la Junta «algunas especies de la bacteria E. Coli o de otra toxina, la PSP». Incluso la veda anual ha impedido que se reabran otras áreas. La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural sostiene que sólo las aguas de Marbella y Rincón de la Victoria permanecen abiertas para el marisqueo de todas las especies a excepción del corruco, la vieira y el erizo, éste último a causa de la veda.

El resto está totalmente cerrado a la pesca, menos Torremolinos y Sabinillas, donde sí se pueden extraer anémonas. En cuanto al mejillón, está permitida su recogida en las zonas de los puertos de Marbella y Benalmádena, mientras que permanece prohibida en los de Caleta de Vélez, Fuengirola y Estepona. El presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores, Miguel Ángel Carmona, quiere que la negociación con la Junta se alargue lo menos posible. «El sector vive una situación de emergencia y no sabemos cuánto tiempo se va a poder soportar este reiterado balance de pérdidas».

Durante todo el verano el colectivo ha padecido «cierres alternativos del caladero de moluscos debido a la presencia de toxinas, un problema que impide a los barcos con normalidad su actividad. Han sido cierres sucesivos y alternativos, de manera que toda la provincia presenta los mismos problemas. No hay apenas excepciones».

La Junta analiza estos días «qué soluciones» propone a esos cierres por «toxinas». Pero reconoce a la vez que las nuevas normativas comunitarias «son demasiado restrictivas para poder darle mayor viabilidad a los marisqueros».