El Real Aeroclub de Málaga, que gestiona el aeródromo Leoni Benabú de la Axarquía, en cuyas proximidades se han registrado dos accidentes mortales con cuatro víctimas en el último año y medio, ha prohibido que las aeronaves sobrevuelen los núcleos urbanos próximos al recinto.

Los 170 socios del colectivo han celebrado una asamblea extraordinaria en la que han aprobado una batería de medidas dirigidas a hacer más seguro el vuelo en la zona del aeródromo y minimizar las molestias sobre los vecinos.

Tras el último accidente, que se produjo el pasado agosto al estrellarse una avioneta en una finca de subtropicales situada a 500 metros del aeródromo, y en el que fallecieron el piloto y su acompañante, el aeroclub acordó prohibir temporalmente los vuelos acrobáticos.

El vicepresidente, Carlos Sedano, ha explicado en un comunicado que este tipo de vuelos seguirán cautelarmente suspendidos hasta que se conforme una comisión de seguridad, que estará compuesta por un presidente, un instructor de vuelo y un piloto con acreditada experiencia.

La citada comisión verificará las capacidades de los pilotos que practiquen la citada modalidad de aviación, y una vez que esté en marcha, la altura mínima de las maniobras acrobáticas será de 750 metros sobre la vertical del aeródromo, obligando a las aeronaves a hacer sus operaciones a una altura muy superior a la actual, disminuyendo también el ruido.

Además, a partir de ese momento, estarán sujetas a un horario de vuelo, con la idea de no molestar a los vecinos en las horas centrales del día.

En cuanto a la prohibición de sobrevolar los núcleos urbanos cercanos, Sedano ha indicado que se han establecido nuevos procedimientos de entrada y salida de las avionetas, que ahora deberán usar el cauce del río Vélez para acceder o alejarse del aeródromo a la línea de costa.

El vicepresidente ha recordado que la normativa de Aviación Civil sí permite a las aeronaves en vuelo visual volar a una altura mínima de 300 metros sobre poblaciones.

Asimismo, en la normativa de régimen interior del aeroclub se han establecido nuevas y más sanciones disciplinarias sobre la seguridad en vuelo, "que podrían desembocar en la expulsión del socio-piloto que las incumpla de manera sistemática".

Por último, se realizarán jornadas de refrescos y charlas anuales sobre seguridad y los pilotos con aviones propios deberán presentar en las oficinas del aeroclub toda la documentación obligatoria de sus aeronaves para su registro y control.

Sedano ha insistido en que, pese a todas estas medidas, cada piloto será responsable en el aire del manejo de su avioneta, "como lo es cada conductor del vehículo que circula por una carretera".

Ha asegurado que estas medidas adicionales se añaden a las ya existentes en la normativa general de Aviación Civil y están encaminadas a minimizar las posibles molestias al entorno y a permitir el uso y disfrute de la aviación privada, una de las señas de identidad de la comarca de la Axarquía y origen de una importante actividad económica.