La Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales sigue con su labor de expansión, al tiempo que prepara la documentación para lograr una denominación de origen propia que permita mejorar la competitividad de aguacates o mangos andaluces frente a los importados de otros continentes. Lo último es la búsqueda de suelos en el Valle del Guadalhorce, que permitan incrementar la producción autóctona.

Los propios agricultores axárquicos reconocen que una de las debilidades a la hora de competir en la búsqueda de ayudas o mejoras en la vigilancia de los campos contra los robos es la menor cantidad de kilogramos de fruta, frente a cosechas tan extendidas en Andalucía como las de la vid o el olivo. Pero no sólo se basa en este aspecto la búsqueda de nuevos agricultores interesados en cambiar por subtropicales sus producciones. También se quiere abrir a otros mercados lo que se genera en la Axarquía o la Costa Tropical de Granada y que frecuentemente termina, por su elevada calidad, en las mejores mesas del continente europeo, sin que los restauradores españoles reparen en lo mucho que pueden aportar a sus mesas los aguacates o mangos andaluces.

El presidente del colectivo de productores españoles, el veleño Miguel Gutiérrez, recordó ayer que entre la comarca malagueña más oriental y la costa tropical granadina hay unas 16.000 hectáreas de subtropicales que concentran casi toda la producción europea -11.000 de aguacates y 5.000 de magos-. Porque apenas se localizan otras extensiones, muy reducidas, en el entorno del Campo de Gibraltar, el litoral malagueño más occidental y algunas fincas de una extensión menor en la provincia de Huelva.

Pero las condiciones climáticas no difieren tanto entre el territorio del interior axárquico y el Valle del Guadalhorce, como esta tarde explicarán Gutiérrez y otros integrantes de la propia Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales en la mesa redonda que se celebrará en el edificio de Asuntos Sociales de Coín, en la calle Urbano Pineda. Este encuentro comenzará a las siete de la tarde y servirá para ahondar precisamente en qué condiciones meteorológicas se dan en el Valle del Guadalhorce.

Miguel Gutiérrez subrayó que en el entorno de Coín apenas se cultiva el mango, si bien es cierto que el clima ha permitido que sí se haya extendido el aguacate. «Actualmente existen más de 300 hectáreas dedicadas a este cultivo en los municipios que conforman la Mancomunidad del Valle del Guadalhorce, por lo que somos optimistas en la posibilidad de extender nuestra agrupación en la zona». El reto será inculcar las ventajas del árbol subtropical, frente a las especies históricas de este entorno.