Alrededor de 10.000 personas, en su mayoría procedentes de la capital malagueña, visitaron ayer Colmenar con motivo del XIV Día del Mosto y la Chacina. Las mejores chacinas de la importante industria cárnica que alberga la capital de los Montes fueron regadas con algunos de los mejores caldos de la denominación de origen Málaga y Sierras de Málaga.
El alcalde, Pedro Fernández, se encargó de acompañar a las autoridades locales y comarcales que se personaron en la localidad, desde que mucho antes de las doce del mediodía empezó a abarrotarse la gran carpa instalada en pleno corazón del casco urbano. Turistas y residentes se encargaron de agotar hasta el último de los 600 litros de vino que la organización del evento distribuyó por los distintos puestos de comida y bebida que había instalado.
No obstante, no faltaron caldos autóctonos, porque la novedosa Ruta del Tapeo diseñada en esta ocasión permitió adquirir excelentes variedades, por ejemplo, en establecimientos como Bodegas José Molina. En sus instalaciones de la calle Fresca, además de poder conocerse de primera mano todo el procedimiento de elaboración de los vinos, se ofrecía la posibilidad de descubrir todos los aperos de labranza que tradicionalmente han sido empleados en este municipio del interior axárquico.
Embutidos, aceite y repostería
Un nutrido grupo de voluntarios, junto al vino, comenzaron desde primera hora de la mañana a repartir entre los visitantes más de 400 kilogramos de diferentes embutidos, además de aceite, repostería típica y hasta degustaciones de miel. Hubo un instante especialmente emotivo, cuando se distinguieron a los mejores maestros chacineros de la localidad. Para entonces ya estaban a pleno rendimiento los más de 20 expositores de productos que fueron distribuidos por el entorno del antiguo silo de Colmenar.
La Diputación también contribuyó al éxito de una fiesta declarada de Singularidad Turística Provincial, porque por segundo año consecutivo se ofrecieron sellos para la participación de los visitantes en la iniciativa del Pasaporte del Turista Singular. Uno de los participantes en la Ruta de la Tapa, el empresario local José Molina, destacó el éxito de esta edición, con la masiva afluencia de turistas desde los primeros instantes de la mañana.
El enólogo encargado de supervisar la calidad de los caldos de Bodegas José Molina, Ángel Martín, apuntó que acumula seis años de trabajo en la empresa, periodo durante el que se ha apostado por «fomentar el resurgir de las variedades típicas de hace siglos». A ese grupo pertenece Mountain, «vino naturalmente dulce», así como Primera Intención, de la variedad «tempranillo ensamblada con una parte de «syrah» u otras que parten de los viñedos «Pedro Ximén» que otro experto local, Alonso Fernández, mima durante todo el año.
