Una mujer de 68 años fue detenida el pasado jueves por su presunta implicación en el crimen de La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria, en el que otra mujer de 69 murió degollada en el paseo marítimo a plena luz del día. Aunque el arresto fue confirmado oficialmente por la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga la mañana de ayer, varias fuentes cercanas al caso advirtieron de que la mujer sería puesta en libertad y sin cargos en cuestión de horas por no tener relación con el crimen, cosa que ocurrió pasadas las 18.30 horas. Aunque unas fuentes aseguraron que el arresto se produjo por el error de identificación de uno de los testigos, otras añadieron que el registro de llamadas de la fallecida también señaló a la arrestada. Según esta versión, el número de una de las últimas llamadas entrantes está a nombre de la mujer ya liberada, aunque al parecer hace tiempo que regaló esa tarjeta a un hombre con el que la víctima también tenía una relación profesional.

La detención se llevó a cabo sobre las 20.30 horas del jueves en la vivienda de la barriada de La Victoria y fue trasladada a la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, donde fue interrogada y le tomaron pruebas de ADN. Ayer por la mañana, los investigadores la trasladaron a su casa para que estuviera presente en el registro que lideraron los agentes del laboratorio de criminalística que, según las fuentes, resultó negativo.

Los hechos

El crimen salió a la luz a las 12.40 horas del pasado miércoles, cuando varias llamadas de particulares alertaron de la presencia de una mujer con una herida de arma blanca en el cuello en el paseo marítimo Blas Infante de La Cala del Moral, aunque la víctima, identificada como una vecina de Málaga de 69 años, falleció antes de la llegada de los sanitarios. Desde entonces, la investigación de la Guardia Civil se centra en la búsqueda, según la descripción que han facilitado los principales testigos del caso de una mujer de más de 50 años, rubia, con el pelo corto y vestimenta verde que al parecer discutió con la fallecida antes de la agresión.

Raúl Ramírez, uno de los testigos presenciales, aseguró tras el crimen que se encontraba sentado junto al chiringuito del paseo marítimo tras el que ocurrió todo y fue alertado de lo sucedido por una mujer que pasaba haciendo deporte. Según su testimonio, esta chica acudió a él «pegando voces, diciendo que había una mujer tirada en el suelo sangrando mucho y que llamara a la policía», e incluso le dio tiempo a señalar a la presunta agresora, «a la que había visto levantarse tapándose la cara» y que en ese momento doblaba una esquina huyendo del lugar. La Guardia Civil maneja varias hipótesis en la investigación.