Uno de los primeros vecinos que se pudo acercar hasta el lugar de los hechos, justo cuando la Guardia Civil terminaba de acordonar las calles adyacentes a la sala Mare Nostrum del paseo marítimo de la Cala del Moral, explicó a este periódico que una «chica joven», que hacía deporte por la playa pasadas las doce y media de la mañana, «ha sido la testigo de todo», la «que ha relatado que la asesina es rubia, de unos cuarenta años, pelo corto y con ropa gris y verde». Pasadas las horas, todo el vecindario coincidía en que ni víctima ni asesina «son de la Cala del Moral», «porque esto es pequeño y se habría sabido».