Llama la atención que una amplísima mayoría de la producción de aguacates en la provincia de Málaga se dedique a la exportación. En empresas como Tropical Millenium, de reciente creación, su «género» cada vez amplía más las fronteras. Han podido consolidarse en destinos como Holanda, Suecia, Italia o Suiza y hasta empiezan a multiplicarse los pedidos para Sudáfrica o otros mercados exóticos.

La espina clavada está en el consumidor español, que no termina de incorporar al aguacate a su cesta. Los responsables de Reyes Gutiérrez comparan esta situación frente a la de nuestros vecinos galos: «Francia está por encima de Alemania en consumo, al contrario de lo que muchos creen». El reto de esta entidad es culminar su expansión desde tierras germanas, con la incorporación definitiva del mercado polaco y la posibilidad de penetrar en Rusia.

Añaden que la única esperanza de que en España cambien las cosas respecto a la denominada «fruta del corazón», por los enormes beneficios cardiovasculares que atesora, es la creciente implantación del guacamole en la dieta nacional.

«Cada vez se consume más en los hogares españoles, ofreciendo mucha versatilidad y pudiéndose tomar bien como aperitivo con nachos o como salsa acompañando a tortillas, sándwiches, carne o pescado. Es una salsa fresca lo que la convierte en una salsa perfecta como complemento en muchos platos». De hecho, la facturación de este derivado cada año es mayor, al tiempo que se incorporan nuevas presentaciones.

Tanto agricultores como empresas comercializadoras inciden en el hecho de que un país «que genera la mejor materia prima del mundo en aguacates» es «como mínimo curioso» que le dé la espalda casi sin motivos.