La situación que vive el sector de los mariscadores en los puertos pesqueros de la provincia es verdaderamente dramática. Varias campañas perdidas en Navidad o verano, fechas en las que tradicionalmente se concentran los mayores rendimientos de cada temporada, han terminado por ahogar a muchas de las cerca de 500 familias que dependen directamente de este sector en la provincia.

El presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores, Miguel Ángel Carmona, comunicaba a la Junta casos muy concretos que sirven de testimonio de la necesidad urgente de articular medidas como alternativa al cierre de los caladeros: «Les hemos indicado que tenemos a un mariscador pendiente de un desahucio. O se actúa con rapidez o vamos a vivir situaciones verdaderamente dramáticas. Pero debemos aclarar que respecto a este asunto, el de los plazos, la Junta nos ha demostrado que es consciente de la problemática. Saben perfectamente hasta qué punto hay familias al límite».

Además de la subdivisión de los nueve caladeros de la provincia, en un número mayor, Carmona plantea otra medida que la Junta podría elevar en breve a la Unión Europea, en virtud también de los encuentros sectoriales ya celebrados: «La normativa establece ayudas compensatorias de 180 días por los cierres por marea roja. Nosotros planteamos que dicho periodo debe ser ampliado a 400 días, debido a lo que estamos padeciendo».