­La plataforma digital Amazon ha conseguido «universalizar» la publicación de cualquier libro y ya «ni importa vivir en un pueblo perdido», alejado de las grandes ciudades y situado a los pies de cumbres de 2.000 metros de altitud. El británico John Hardy reside en Sedella, en el interior de la Axarquía, desde hace dos décadas. Después de una dilatada vida laboral como ingeniero y homeópata se retiró en la Costa del Sol, con la particularidad de que hasta hace sólo cuatro años ni tenía luz ni agua en su vivienda: «Hemos permanecido por convencimiento sin tecnología».

Por su su pasión atemporal por las historias de misterio, los cuentos cortos sobre asesinatos y casos sin resolver, empezó a publicar algunos relatos breves en la prensa británica gratuita que se edita en la zona. No tardó en convertirse en un colaborador de referencia. «Pero no he tenido ordenador en casa hasta hace apenas seis meses. Hasta hace muy poco vivíamos sin luz, cultivando nuestras verduras ecológicas y con ganado para ser autosuficientes en gran medida», argumenta.

Descubrir internet, sin embargo, le depararía muchas sorpresas. Al padecer problemas de visión desde hace unos años, la ayuda de su mujer le ha permitido transcribir una docena de esos cuentos cortos de ficción, «aunque basados en las leyendas e historias que he conocido en esta tierra», para lanzar su primer libro electrónico. «Son narraciones de hace años, pero aún así he preferido usar nombres ficticios hasta para las localizaciones en los pueblos», argumenta.

En apenas dos meses, miles de personas se han interesado por una obra que se puede adquirir ya por unos cuantos euros y que Amazon ya ofrece también en formato físico, mediante envío postal. «Ya he empezado a pensar desde semanas en un proyecto mayor, una primera novela completa». De ahí que a estos Andalucian mysteries le seguirá un segundo libro propio.

Añade que uno de los cuentos cortos está basado en la época en la que empezó a buscar casa por la costa andaluza, entre Gibraltar y Mojácar. «Durante mi trayectoria como homeópata había publicado muchos textos técnicos, pero ya al empezar a vivir en Andalucía me interesé por historias populares y misterios de los que no he encontrado nada publicado», incide.

Hardy, con la ayuda de muchos amigos, no sólo va a llegar con esta recopilación de cuentos cortos a sus paisanos u otros lectores anglosajones, sino que ya prepara ediciones en alemán y francés. La traducción en español también se espera, pero tardará algo más, debido a que en este caso se ha empezado a gestar un proyecto local, con la implicación de una residente bilingüe.

De momento ya se empiezan a sumar pedidos desde casi todos los continentes. Hardy, en muy pocos años, ha pasado de vivir sin un enchufe en su domicilio axárquico y «comprando los camiones de agua en verano para poder llenar los depósitos» a convertirse en «el embajador» internacional de Sedella.