­Los mariscadores de la provincia continúan con su lucha para encontrar una «solución urgente» al cierre casi permanente de los caladeros, desde el verano pasado, por «marea roja». Si a finales de 2013 ya exigían la subdivisión de las zonas de pesca para mantener al menos operativos algunos de los caladeros, ahora instan a que dicha medida se tome de manera firme, sin más demoras, debido a las pérdidas que los armadores y empleados arrastran desde hace unos diez meses.

Hoy por hoy están cerrados dos de los caladeros más importantes y productivos de todo el litoral malagueño, los correspondientes a los puertos de Caleta de Vélez -el que figura una temporada más como el puerto más productivo de todo el Mediterráneo andaluz- y el de Fuengirola.

Así lo denuncia el presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores, Miguel Ángel Carmona. «Tenemos a unos 150 barcos afectados por los cierres casi constantes desde el verano a lo largo de toda la costa malagueña. Y las pérdidas se agravan estos días porque en esos dos puertos los compañeros tienen que ir a faenar a 12 o 15 millas marítimas de distancia, a otros caladeros abiertos, con consecuencias económicas muy importantes».

Carmona explica que el rendimiento de los barcos descienden al menos en un tercio del total de sus ganancias con más de la cuarta parte de los caladeros cerrados, o hasta seis de los nueve existentes en la provincia, durante algunos periodos. «Si haces números, al dispararse el gasto de combustible, te encuentras con que tienes un 25% o 30% menos a la hora de hacer cuentas. Súmale lo que venimos sufriendo desde el año pasado, con pérdidas millonarias de Navidad... Si en enero decíamos que estábamos en una situación crítica, imaginad lo que es añadir otros tres meses sin soluciones».

Además, el desplazamiento extra hace que los barcos tengan menos tiempo para faenar. De hecho, muchas embarcaciones reservan en torno a hora y media a este cometido, «por lo que nos quedan seis o cinco horas, frente a las ocho que tendríamos disponibles con los caladeros abiertos», afirma.

Por su parte, la Junta de Andalucía recuerda que ha accedido a la petición de los mariscadores, que desde enero tiene ya ultimado un borrador de documento para subdividir los nueve caladeros de la provincia en un número comprendido entre 18 y 25, como medida legal que permita superar los permanentes cierres por «marea roja». Esta medida permitiría, como reconocen los técnicos, solventar las pérdidas que han comenzado a producirse por la entrada en vigor de una normativa comunitaria que reforzaba muy significativamente el protocolo de análisis de los niveles de las toxinas en moluscos.

En un principio se intentó negociar con Europa la flexibilización de la legislación europea, pero dicho proceso sería largo y sin garantía alguna de que finalmente hubiese marcha atrás. De ahí que se optó por una solución alternativa, la subdivisión, aunque no termina de llegar.