­El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acaba de dar a conocer un hallazgo que podría situar a la Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria en un lugar privilegiado dentro de la rama de la medicina dedicada a la elaboración de antibióticos.

La concejala delegada de Turismo, Marta Marín, adelantó ayer que el descubrimiento de nuevas especies de microorganismos para la ciencia se desprende del estudio sobre el desarrollo, eliminación y limpieza de «organismos fototróficos» en la propia cavidad. Los hallazgos se han producido en la fase de estudio que los científicos del CSIC llevan a cabo contra el llamado «mal verde» que padece la Cueva, tras las reiteradas denuncias efectuadas a través de La Opinión de Málaga.

Esas nuevas especies, como se ha podido comprobar, son capaces de generar «compuestos bioactivos de interés médico, útiles para preparar antibióticos». Marín apunta que estas conclusiones figuran en el informe elaborado por el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, dependiente del CISC, que propone «declarar la Cueva del Tesoro como un reservorio de diversidad biológica y dejar algunos puntos con su colonización biológica original», argumenta.

El Ayuntamiento especifica que los técnicos «han valorado la cavidad de interés por el hallazgo y aseguran que, aunque existe arte rupestre en la Cueva, se puede conciliar la conservación de la biodiversidad con la de las pinturas, estableciéndose zonas de biodiversidad lejos del arte rupestre y al mismo tiempo manteniendo una estrecha vigilancia sobre las condiciones ambientales de la gruta y controlando la posible dispersión de microorganismos».

Marta Marín aclara los motivos por los que la cavidad tiene unas características únicas, al margen de que sea históricamente una de las tres únicas cuevas de origen marino que existen en el mundo: «La población de bacterias y arqueas asociadas a las comunidades fototróficas en la Cueva es muy abundante y variada y están compuestas por microorganismos que pueden ser especies nuevas para la ciencia».

El estudio de la colonización fototrófica desarrollado en la Cueva del Tesoro proporciona datos sobre su naturaleza, ecología y métodos de eliminación y limpieza. «Se han encontrado comunidades fototróficas compuestas por cianobacterias, algas, diatomeas y musgos».

Para el alcalde, Francisco Salado (PP), la cavidad no sólo representa un importante atractivo turístico para su municipio, sino que también «es una importante fuente de investigación científica y un patrimonio de valor incalculable para todos los rinconeros. Tenemos una gruta marina única en Europa, por lo que su conservación, estudio y mantenimiento son esenciales».