La Delegación Territorial de Medio Ambiente sostiene que no existen motivos para la alarma en cuanto a la posible reducción de las praderas marinas del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Así, en un comunicado remitido a este periódico, se especifica que no sólo existen agentes externos que pueden modificar la superficie de posidonia, «sino que las épocas de abundantes precipitaciones o los periodos de sequía hacen que estos ecosistemas sufran alteraciones».

En este mismo sentido se expresan los científicos que se encargan de la recuperación de especies marinas en el Aula del Mar. La Junta, por su parte, recuerda que la vigilancia es «extrema» en esta parte de la provincia: «Si tenemos siete agentes pendientes de los fondos, los siete están en Maro. Es el enclave más protegido».