La petición que los investigadores de la finca experimental La Mayora elevaban recientemente al presidente de la Diputación, Elías Bendodo, respecto a la necesidad de romper la «estacionalidad de los aguacates producidos en la comarca de la Axarquía», ya cuenta con el visto bueno de los portavoces de los agricultores. Así se desprende de las palabras del presidente de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales, Miguel Gutiérrez.

El interlocutor del colectivo con sede en Vélez Málaga reconoce la apuesta unitaria que los mercados han impuesto en la comarca oriental, la variedad hass que es la más aceptada en términos comerciales. Sin embargo, coincide en subrayar como se indica en La Mayora que introducir «aguacates de verano» como el reed, o bien la variedad denominada «fuerte», mejoraría la competitividad de la fruta producida en el litoral malagueño y en puntos de la Costa Tropical granadina. De hecho, en esta época estival, las empresas comercializadoras de la provincia se ven obligadas a importar aguacates para no perder su cuota de mercado.

Gutiérrez indica que, pese a que no existen aún datos oficiales, esta pasada temporada concluirá con una producción de casi 10.000 toneladas menos de aguacates,como consecuencia de las dificultades meteorológicas de este pasado invierno. Se volverán, por lo tanto, a las poco más de 40.000 toneladas de hace dos campañas. «No obstante, la fruta es este año excelente y los precios son sensiblemente superiores. El calor propició el año pasado un máximo en kilogramos, pero con bastante calibre pequeño, de menor precio».

Para lograr que los agricultores se replanteen la variedad que mantienen en sus fincas será necesaria ayuda exterior. Ya durante el invierno, los portavoces de la Asociación nacional trasladaron al Gobierno central la necesidad de poder «abrir líneas de crédito para la sustitución progresiva de las fincas que albergan unos aguacates más viejos». Algunas de esas explotaciones suman ya tres décadas de antigüedad. Y podrían entrar en esta misma reivindicación las parcelas cuyos propietarios se quieran acoger a la medida reseñada para diversificar la producción, según las variedades.

Gutiérrez manifiesta que, sin la adquisición de los terrenos, «está calculado que poner en marcha una hectárea de aguacates» tiene un coste de unos 36.000 euros, incluidos movimientos de tierra o la adquisición de plantas de la máxima calidad. «Sin no damos este paso y apostamos por otras variedades, nosotros mismos nos estamos limitando», concluye.

Más de 60 millones de euros de media han podido generar durante el pasado invierno las más de 40.000 toneladas de aguacates comercializadas en la provincia. El pasado año dicha cantidad apenas superó la barrera de 55 millones. Las autoridades saben de este potencial económico y no han dudado en manifestar públicamente su intención de apoyar el sector tecnoalimentario de la Axarquía, al objeto de consolidarlo como uno de los grandes pilares para la economía malagueña del futuro.