La joven pareja del municipio axárquico de Cútar formada por Raúl Lozano y Lorena Blanco acaba de recurrir el auto del juzgado de Instrucción número 4 de Vélez Málaga que archiva las diligencias abiertas a raíz de una supuesta negligencia médica durante el proceso que derivó en el fallecimiento de su hija Karem, de apenas dos años de edad. Los padres, de 28 y 24 años, insistieron ayer en que ya acumulan diez meses sin saber de qué murió la pequeña.

«Nuestra hija falleció el 18 de enero después de acudir al centro de salud de Benamargosa con ella, porque tenía 39 grados y medio de fiebre y más de 80 pulsaciones por minuto. La niña no hablaba y no podía decir qué le dolía, pero nos dijeron que era un resfriado y volvimos a casa». El relato de Raúl prosigue con detalles sobre la preocupación que desde un primer momento generaba la dificultad para poder respirar que mostraba Karem.

«Como llevaba toda la tarde igual, a las nueve y media de la noche nos fuimos al Hospital de la Axarquía, donde nos atendieron en el servicio de urgencias. Pero allí nos dieron el alta sin que hubiera bajado la fiebre, con una saturación del 92% y habiendo sido diagnosticada de BAO». Así regresó la pareja de nuevo hasta su domicilio en Cútar. Durante la madrugada apenas pudieron descansar. La pequeña no dejaba de respirar con mucha dificultad, de forma que al amanecer, pese a ser domingo, se dirigieron hasta Málaga para ser atendidos por un médico privado.

Lorena expresó que el facultativo indicó que la menor padecía «una ligera bronquitis alérgica» y que se encontraba «baja en batería, por la falta de oxígeno en sangre». Los padres aplicaron las medicinas recetadas y volvieron de nuevo a Cútar.

La familia volvió a reunirse ayer con el abogado en Málaga del Defensor del Paciente, Francisco Damián Vázquez, donde recordaron que el domingo se les hizo eterno. Justo a las doce de la noche, la niña entró en «parada cardiorespiratoria y de nada sirvieron los masajes de reanimación» que se le aplicaron en el servicio de urgencias de Benamargosa. Hoy, todavía se preguntan: «De qué murió Karem».