Los vecinos de Rincón de la Victoria, Málaga capital o Torremolinos se toman a broma la noticia sobre la búsqueda del denominado «pintor dorado», la persona que en las últimas semanas está revistiendo de color dorado elementos urbanos como bancos, columpios o papeleras. El fenómeno ya se investiga fuera de Rincón de la Victoria, donde inicialmente fue denunciado por los máximos responsables del Ayuntamiento, y ya ha llegado a la capital malagueña.

Precisamente el alcalde rinconero, Francisco Salado (PP), aludía ayer a este aspecto. «Ha elegido al menos un color que le gusta a los vecinos. Peor hubiese sido ver los elementos de rosa chillón o amarillo fosforescente. O que le hubiese dado por pintar todo el pueblo de negro».

Y esa era la respuesta más repetida a lo largo del paseo marítimo de Rincón de la Victoria o en La Cala del Moral, donde también hay nuevos elementos de dorado, sin que de momento haya podido ser identificado el autor de dicha alteración en el «orden de colores del mobiliario», como ayer catalogaba un técnico a esta alteración en distintos elementos. En pleno casco histórico rinconero, junto a la oficina de turismo, una madre que acompañaba a su hijo a los columpios, señalaba: «Es un artista, no creo que haya nada malo en que ponga como el oro un columpio o un banco. Creo que hay cosas más importantes en las que poner a los policías a investigar».

Ya han transcurrido casi tres semanas desde que agentes de la Policía Local de Rincón de la Victoria daban la primera voz de alarma al propio Francisco Salado. «Me llamó un agente para preguntarme si el Ayuntamiento estaba probando tonalidades nuevas para decorar la ciudad», reconoce el regidor.

Pero no se trataba de ningún tipo de experimento municipal, ni siquiera de la puesta en marcha de un plan ya organizado, de manera que determinados enclaves del municipio pudieran lucir otro aspecto renovado. Todo apunta a que se trata de un joven artista anónimo, o quizás experto en medios audiovisuales, porque no se descarta que todo lo ocurrido pueda entrar dentro de un proyecto aún por descubrir.

El Consistorio rinconero incluso plantea que si se trata de una iniciativa promocional, «lo que corresponde en un caso así es acudir a los representantes municipales y mostrarles el fin de lo planificado». Pero no. De momento no se conoce con seguridad qué propósito está detrás del supuesto «pintor dorado».

A los elementos aparecidos en Rincón, incluida una fuente en la plaza de la Constitución, se le añadieron posteriormente otros en la zona de El Ejido de la capital, lo que no descarta la hipótesis de que hubiese más de un autor implicado en esta serie de incidentes urbanos.

En Rincón de la Victoria, aunque se bromee con el incidente, se insiste en que atenta contra las ordenanzas municipales, por lo que se invita al pintor «a parar o bien a salir de su anonimato».