Dos profesores de Educación Física están a punto de completar la distancia que existe entre Estambul y Gibraltar, unos 4.600 kilómetros, montados sobre sus bicicletas, un reto que comenzaron el pasado 15 de julio y que se plantearon después de que uno de ellos superase un tumor cerebral.

Kiko Montoro, natural de Vélez-Málaga, y Fran Madrid, nacido en Córdoba, ambos de 35 años, son los dos protagonistas de esta aventura, que les ha permitido recorrer once países del arco mediterráneo y que concluirán mañana con su llegada a Gibraltar.

Montoro ha explicado hoy a Efe que este proyecto se le ocurrió el pasado noviembre, en pleno proceso de recuperación de la operación a la que había sido sometido un mes antes para extirparle un tumor cerebral, y se lo propuso a Madrid, al que le une una larga amistad desde que se conocieron estudiando la carrera de INEF en Granada.

"En cuanto le dije que quería hacer un mes de cicloturismo recorriendo la costa mediterránea ni se paró a pensarlo y me dijo que sí de inmediato", ha indicado Montoro, que bautizó este reto como "Desafío del Mediterráneo".

Para estos dos amantes de la actividad deportiva, la paciencia, el ir poco a poco y la capacidad de sacrificio han sido muy importantes a la hora de conseguir un objetivo tan ambicioso, en el que se han marcado etapas con distancias de entre 135 y 240 kilómetros.

Las redes sociales han actuado de aliadas de estos cicloturistas en la búsqueda de alojamiento, para el que han recurrido a hoteles, hostales, albergues y domicilios particulares de amigos o familiares de conocidos en España.

Montoro ha manifestado que, al margen de averías o pinchazos, no han sufrido ningún percance grave que les haya impedido desarrollar su aventura, aunque todo podría habérseles complicado en el cuarto día de ruta.

En la etapa entre Kavala y Tesalónica, en Grecia, cuando iban a pagar las provisiones que habían comprado en una tienda, se dieron cuenta de que no llevaban la mochila en la que portaban el dinero, las tarjetas y los pasaportes.

Tuvieron que deshacer 41 kilómetros de recorrido para llegar de nuevo a la playa en la que habían estado anteriormente y en la que "milagrosamente" permanecía la mochila bajo una tumbona, pese a que estaba abarrotada de gente.

También ha habido sorpresas para alguno de ellos, como cuando en Génova aparecieron las parejas de ambos, algo que Montoro no sabía que iba a suceder, y los acompañaron en coche durante ocho días hasta la llegada a Tarragona.

Un viaje así ha tenido su particular banda sonora, con varios temas que han ido cantando para animarse durante el esfuerzo, y como no podía ser de otra forma, no ha faltado la canción que también inspiró esta aventura: "Mediterráneo", de Joan Manuel Serrat.

"La letra dice de Algeciras a Estambul y eso se nos quedó un poco a la hora de marcarnos este desafío", ha señalado Montoro.

Por su parte, Madrid ha señalado que lo que más le ha costado ha sido combinar "los madrugones con el dolor de piernas", y ha reconocido que casi todos los días, su compañero ha tenido que tirar literalmente de él para continuar el viaje, que se siente muy orgulloso de haber podido realizar junto a su amigo.

Por último, Montoro ha señalado que esta ruta que ellos están a punto de completar debería señalizarse y ofertarse como una especie de Camino de Santiago europeo.