El Toro de Osborne del núcleo de población de Almayate, en el municipio de Vélez Málaga, ha sido reparado y ha recuperado su imagen original, después de que el viento lo hubiese dejado sin cabeza hace dos semanas.

Ubicado en un peñón sobre la antigua carretera N-340, al que da nombre, el toro no perdió realmente la estructura de su cabeza, sino que ésta se dobló hacía atrás y quedó debajo de la silueta del cuerpo.

En un principio, se estudió si el destrozo se debía a un acto vandálico, debido a que distintos núcleos de la costa de Vélez Málaga habían sufrido incidentes de ese tipo en las últimas noches.

Sin embargo, finalmente la Policía Local atribuyó al viento el desperfecto sufrido por el icono, cuyas placas correspondientes a la cabeza estaban "deterioradas".

Fuentes municipales han informado hoy a Efe de que operarios de la empresa Osborne han sustituido una quincena de placas de la estructura para recuperar el cuello y la cabeza del toro.

Desde el Ayuntamiento han agradecido la rapidez con la que la popular valla, que forma parte del patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España y que es una seña de identidad de Almayate, ha recuperado su aspecto original.

Esta figura tiene un peso de 4.000 kilos, una altura de catorce metros y una superficie de 150 metros cuadrados.