­Hoy en día el litoral de Vélez-Málaga, con más de 22 kilómetros de costa, es un verdadero reclamo turístico de primer orden. Lugares como Chilches, Benajarafe, Valleniza, Almayate, Caleta, Lagos y sobre todo, la localidad de Torre del Mar, donde nuestro Cervantes tuvo ocasión de observar a la Torre de la Mar, un pequeño baluarte defensivo de costa que servía de aduana para la ciudad de Vélez, es hoy, un referente turístico de atracción, para que locales y foráneos puedan gozar de este enclave. En Torre del Mar, el viajero puede encontrar todo lo necesario para gozar de su estancia, teniendo quizás en la gastronomía uno de sus principales reclamos, debido a la cantidad de establecimientos hosteleros, restaurantes, marisquerías y chiringuitos, apoyados en los productos de la huerta y, sobre todo, del mar, muchos de ellos comercializados desde el cercano puerto de Caleta de Vélez, tercer puerto pesquero más importante del litoral andaluz.

Además, Torre del Mar cuenta con uno de los paseos marítimos de mayor longitud de la Costa del Sol. Su costa acoge una de las mejores playas urbanas del litoral español, estando galardonadas con la bandera azul y la «Q» de calidad turística por la cantidad y la calidad de los servicios prestados. Como curiosidad decir que la localidad cuenta con 3 faros a escasos metros y que aún recuerda su esplendor como referente en la industria azucarera nacional. Gracias a su antigua fábrica de azúcar, el ingenio de Nuestra Sra. Del Carmen, la primera industria de este tipo en contar con la máquina de vapor allá por 1847, y que tantos recuerdos y vivencias ha dejado para los vecinos de este núcleo, la producción de la caña de azúcar, que trajeron los árabes, y que Cervantes conoció en primera persona, fue un aliciente económico para la zona durante más de 150 años.

Actualmente aún se conserva la antigua casa del ingeniero de la Fábrica, llamada la Casa Larios, y la vieja nave de la «cocina» de la factoría, en dónde próximamente se ubicará un centro de interpretación sobre la caña de azúcar y la agroindustria de Vélez-Málaga, importante pilar económico de la zona.