­Un anciano de 82 años fue detenido durante el mediodía del pasado domingo después de que un padre lo denunciara por exhibir sus genitales y masturbarse delante de los niños y niñas que paseaban, junto a sus familias, apaciblemente por el Paseo Marítimo de Rincón de la Victoria. El hombre quedó en libertad con cargos tras declarar ante el juzgado de guardia de la capital. La Fiscalía le imputa un delito de exhibicionismo y está pendiente de juicio.

Fuentes judiciales explicaron que se trataba de un varón de 82 años. Estaba vestido, llevaba puestos los pantalones pero en los mismos, a la altura de los genitales, tenía un agujero. Se tapaba sus partes con un periódico. «Cuando veía a las niñas pequeñas pasar las llamaba, se retiraba el periódico y les enseñaba los genitales», precisaron las fuentes consultadas. Las víctimas eran cuatro niñas de entre siete y doce años.

Uno de los padres, a cuyas hijas el detenido les enseñó los genitales, al ver lo ocurrido se sentó junto al anciano en un banco del Paseo Marítimo y comprobó que hizo lo mismo con otras dos niñas que pasaban, junto a sus progenitores, por el lugar. Tras ello, llamó a la Policía Local del Rincón de la Victoria, que rápidamente se personó en el lugar y detuvo al exhibicionista. Antes, este hombre había avisado al padre de los nuevos pequeños asaltados por este presunto agresor.

Acto seguido, el arrestado fue trasladado al juzgado de Instrucción que hacía las veces de guardia el pasado domingo, 21 de febrero, y allí se le tomó declaración ante la representante de la Fiscalía, el juez y su abogado defensor. El encartado negó todos los hechos que se le imputaban y explicó que todo fue «accidental», pero el magistrado no se creyó su versión de los hechos y lo dejó libre aunque con la imputación de un presunto delito de exhibicionismo. También declararon los dos padres que denunciaron los hechos, ratificándose en lo ya relatado a los agentes de la Policía Local del Rincón de la Victoria, municipio que forma parte del partido judicial de Málaga. Ahora, el hombre está a la espera de que lo llamen para ser enjuiciado.