­La alcaldesa de Nerja, la socialista Rosa Arrabal, accedió el pasado año al principal sillón municipal después de una etapa como edil en la oposición. Con el apoyo del resto de formaciones políticas excepto el PP, logró poner fin a dos décadas de gobierno con José Alberto Armijo al frente. Esta abogada de profesión hace balance de estos últimos 15 meses, del estado de las obras de la futura depuradora nerjeña, de la «verdadera herencia recibida» o de la falta de recursos en el Ayuntamiento.

Después de superar el segundo verano como regidora, ¿cuáles son las iniciativas que ha podido ya ver culminadas?

Son muchos los proyectos que teníamos en nuestro programa y que empezarán a ver la luz con el paso de los meses y años. Pero la ciudadanía tiene que saber que nos encontramos un Ayuntamiento no sólo vacío, con los ordenadores borrados y sin documentos en los archivos. También hallamos un Consistorio sin un técnico informático, sin firma digital o sin la sede electrónica de las que muchas ciudades ya pueden presumir. Es curioso que Armijo sea el diputado que lleve en el gobierno provincial las nuevas tecnologías. No sólo seguía en la Prehistoria, como la Cueva de Nerja, en equipamiento municipal informático. Hasta el ratón del ordenador de su despacho estaba a la izquierda y él no es zurdo.

¿Qué otras sorpresas encontró aquellos primeros meses?

Sorpresa, aunque relativa, contemplar que el Partido Popular no había resuelto las indemnizaciones por el pago del suelo de la depuradora. Pero ese fue el primero de muchos despropósitos. Ya en la oposición nos olía muy mal esta obra. No era normal que una infraestructura que cuesta 46 millones se adjudicara por la mitad.

¿Tiene fecha de apertura?

Hace tres meses nos dijo la adjudicataria que los trabajos iban a reanudarse en breve, después del parón que sufrieron antes del verano. Sin embargo, estamos ya en octubre y no hay noticias. Pero fíjese lo que le digo, me preocupa muchísimo el retraso, pero no menos que el día en el que se ponga en funcionamiento. Que no me acusen de alarmista, con tantos contratiempos no sé qué puede ocurrir mañana con esta infraestructura.

Pero el Ministerio también está al frente de la ejecución y responde del contrato.

Nada más tomar posesión fue uno de los primeros asuntos que afrontamos. Hablamos con el Ministerio para conocer el estado de las obras, el porcentaje que llevaba de ejecución. Empezaron por invitarnos a concertar la cita en Madrid y no logramos celebrar una reunión en Nerja hasta el mes de septiembre.

Después empezamos a descubrir que había una serie de incumplimientos por parte del gobierno anterior y que hasta los técnicos municipales advertían de la situación, sin obtener respuesta municipal. El colmo fue saber que la adjudicataria estaba en la antesala del concurso de acreedores o que durante las obras, este mismo año, solicitaban cortes en calles donde luego pasaban las semanas y los meses sin que se ejecutara nada de lo programado.

¿Podemos hablar de un proyecto gafado?

Mal planificado. Investigando y analizando toda la documentación, aunque algún día tendré que preguntarle a los técnicos sobre todo lo ocurrido durante estos últimos 20 años y la depuradora, no hay dudas de que para esta gran obra no se eligió el mejor sitio.

¿Piensa lo mismo de otras iniciativas que acumulan retrasos?

No sé si es mala planificación o qué. Pero en el caso del parque de bomberos estamos en una situación con ciertos parecidos. Ahora, con el edificio ya terminado, hemos podido observar que no fue la mejor idea instalarlo junto a un tanatorio. Los días de servicio funerario habrá auténticos tapones a la hora de acceder o de salir desde las instalaciones. Lo lógico es que hubiesen planificado una salida directa a la principal rotonda de acceso al casco histórico. Pero al parecer había demasiada pendiente.

Usted también ha sido bastante crítica con la gestión en materia de disciplina urbanística.

Que nos explique José Alberto Armijo por qué el 12 de junio del pasado año, un día antes de que se cerrara el acuerdo para que yo fuese investida como alcaldesa, firmó un expediente para la demolición de una vivienda. A esa familia, para la que resultó el asunto un auténtico drama, llevaba años diciéndole que no se preocupara. Fue el propio Ayuntamiento el que había impulsado dicha demolición. Y en breve habrá otra, porque el Consistorio dejó de recurrir, también a las puertas del cambio de gobierno, frente al expediente abierto. En este otro caso, la sentencia llegó el 20 de mayo. El plazo lo agotó el anterior gobierno aún siendo alcalde José Alberto Armijo.

Sin embargo, el PP ha cargado contra ustedes por no haber detenido a tiempo los expedientes.

Nos trataron casi de inútiles tanto a los concejales de mi partido como a los de Izquierda Unida. Es ahora cuando el Partido Popular parece que estaba absolutamente convencido de que se estaba haciendo una injusticia con las familias que estaban a punto de vivir el drama de ver cómo se aplicaban demoliciones a sus inmuebles. Si realmente estaban tan seguros, por qué actuó Armijo así. Por qué firmó en sus últimos días como alcalde lo que firmó. Por qué dejaron la otra sentencia sobre la mesa y no la recurrieron en los días posteriores al 20 de mayo, cuando todavía estábamos en plena campaña electoral. Esa es la verdad.