­Científicos de las universidades de Córdoba y Almería acaban de dar a conocer el estudio que certifica el enorme poder como biocombustible del hueso del aguacate. Estas investigaciones se han apoyado en los residuos que generan tres empresas de Vélez Málaga, al transformar en guacamole la materia prima que se recolecta en la comarca de la Axarquía y el litoral de Granada.

De hecho, este parte del territorio andaluz se ha convertido en el principal mercado exportador de subtropicales en territorio europeo. Este año, de hecho, alcanzará una facturación en exportaciones superior a 200 millones de euros. Los investigadores han recordado que las empresas de la Axarquía limpian el hueso del aguacate y preparan el guacamole con la pulpa. «Así se ha podido emplear el hueso para el estudio y al mismo tiempo se revaloriza un residuo que hasta ahora no tenía utilidad», remarcan fuentes del propio sector.

Todavía es pronto para conocer hasta qué punto este hallazgo va a generar nuevas industrias. Pero lo cierto que es que los análisis de los investigadores andaluces ya ha sido publicado en prensa especializada.

El grupo de Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Agricultura y Medioambiente de la Universidad de Córdoba y el de Ingeniería Rural, de la Universidad de Almería, han certificado una vía de trabajo en el ámbito de la recolección y transformación del aguacate. Y no sólo hablan del uso del hueso con fines industriales, sino que también podría emplearse «en el ámbito doméstico, donde el comprador de aguacates también aparta el residuo como materia orgánica».

La Fundación Descubre ha informado de que los científicos han comparado el hueso del aguacate con «otras fuentes de biomasa utilizadas en la actualidad», como son el pellet de madera, la cáscara de almendra y el hueso de aceituna. Y los resultados, según el artículo Fuel properties of avocado Stone, de la revista Fuel, revelan que el hueso del aguacate tiene un valor medio de poder calorífico superior a otros materiales.

«Esto le otorga unas propiedades óptimas como fuente de energía térmica equiparable a otros biocombustibles comercializados actualmente», afirma el investigador Alberto J. Perea Moreno, adscrito a la Universidad de Córdoba. Los expertos añaden que se trata de un primer estudio que considera las posibilidades energéticas de este fruto. «Se han analizado los parámetros energéticos relativos al poder calorífico, el parámetro físico humedad que influye en el poder calorífico, parámetros químicos que afectan a la corrosión de las calderas, las grasas relacionadas con la contaminación, y las cenizas que expulsan durante la combustión», apuntan.

Perea Moreno insiste en el alto poder calorífico de este potencial biocombustible. «Otra ventaja del hueso de aguacate es que resulta más fácil de obtener que el pellet de la madera, ya que no requiere la tala de árboles como este último. A estos beneficios se suman los económicos. El proceso que necesita la madera para eliminar su humedad es costoso y contaminante. En el aguacate, no», concluye.