El hombre detenido por la Policía en Vélez-Málaga por intentar quemar la imagen de la Virgen de los Desamparados de la capital axárquica, mediante el lanzamiento de un cóctel molotov, ha sido acusado de un delito contra «la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos». Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la investigación, al tiempo que señalaban que en su domicilio de Torre del Mar se han podido localizar al menos otros dos artefactos.

El arrestado tiene 44 años de edad. La investigación se remonta al pasado martes, justo cuando se supo que uno de los frailes de la iglesia conventual de San Francisco alertó a los agentes de que se había producido una explosión en la capilla de la Cofradía del Huerto y los Desamparados. El franciscano encontró los restos de una botella de cristal con una mecha y un fuerte olor a combustible, con el que quedó impregnada la vestimenta de la dolorosa.

Los policías lograron identificar y detener al presunto autor, vecino de la localidad torreña y que, al parecer, podría tener alteradas sus facultades mentales. Inicialmente se le había acusado también de un presunto delito de daños. A raíz del incidente, «la cofradía de Pasión de la Semana Santa veleña optó por retirar temporalmente del culto sus dos imágenes. Sus máximos responsables han adelantado que se volverán a exponer en su capilla el próximo 13 de mayo, con motivo de la onomástica de la Virgen de los Desamparados.

La hermandad también ha contactado con el resto de cofradías que tienen su sede canónica en la misma iglesia conventual con el fin de analizar lo ocurrido esta semana y analizar la posibilidad de establecer algún tipo de medida que refuerce la seguridad en el templo y evite que vuelvan a producirse hechos de este tipo.

Los agentes continúan investigando las circunstancias de este suceso, que tuvo lugar en torno al mediodía del martes y que finalmente, al no llegar a arder el artefacto, se saldó únicamente con daños en la vestimenta de la Virgen y en la peana sobre la que se asienta la imagen, que quedaron impregnadas del combustible que contenía.

La talla corresponde a Nuestra Señora de los Desamparados. «Es una talla anónima del siglo XVII, una de las pocas imágenes que se salvaron de su destrucción durante los acontecimientos de hace ahora ocho décadas», recordaron los propios integrantes de la agrupación veleña.

Uno de los religiosos que se encontraba el martes en la sacristía de la iglesia llegó a escuchar un golpe y, justo en el momento en el que salió para ver qué ocurría, llegó a ver «a un chaval joven que ha salido corriendo», tal y como desde los primeros momentos argumentaron los citados responsables de la hermandad veleña, encabezados por su hermano mayor, Francisco Ruiz.