La avioneta que se estrelló hace algo más de quince días en la Axarquía impactó frontalmente contra la ladera de la montaña cuando apenas le quedaban diez minutos para llegar a su destino en el aeropuerto de Granada. Según los primeros datos disponibles de la investigación que lleva a cabo Aviación Civil, sobre las 18.32 horas del 29 de abril la traza del aparato desapareció del radar sin que posteriormente el servicio de tránsito aéreo pudiera contactar con la tripulación. Esto, según el informe al que ha tenido acceso este periódico, activó el servicio de rescate aéreo que permitió localizar los restos de la aeronave completamente destruida junto a los cuerpos de los tres ocupantes en una zona montañosa del municipio de Canillas de Aceituno, en la Sierra de Tejeda. El punto del impacto, de muy difícil acceso, se encontraba a una elevación de 1.718 metros y los restos de la avioneta modelo Socata TB-20 Trinidad se encontraban «diseminados ladera arriba», detalla el documento.

Los tres ocupantes, de nacionalidad alemana, habían partido de Perpiñán (Francia) y se dirigían a Granada, aunque previamente pararon en el aeródromo de Mutxamel (Alicante) para repostar. Sin embargo, el lugar del accidente, donde ese día hacía mal tiempo y había mucha niebla, se encontraba bastante alejado de la ruta. Los cadáveres fueron rescatados al día siguiente por la Guardia Civil, cuyos agentes tuvieron que utilizar un helipuerto usado para la extinción de incendios forestales situado cerca del paraje El Alcázar, en Alcaucín, para posteriormente poder trasladarlos por carretera hasta el Instituto de Medicina Legal de Málaga para practicarles las autopsias.