Apenas tres ediciones han bastado para consolidar la feria torroxeña de Sabor a Málaga en la comarca de la Axarquía. Así lo remarcan los organizadores de un evento dependiente de la Diputación y en el que presta su colaboración el Ayuntamiento de Torrox. Miles de visitantes alemanes, ingleses y de diferentes nacionalidades nórdicas han convertido a este acontecimiento gastronómico «en un referente, con récords de asistencia respecto a otras ferias similares».

Hasta este domingo se pueden disfrutar de los productos de más de una treintena de empresas de la provincia malagueña. Pero además se desarrollan talleres de cocina y degustaciones que son uno de los principales reclamos para visitantes y residentes de todo el litoral oriental, reunidos en la avenida del Faro durante este fin de semana.

No faltan los quesos y lácteos, el mejor aceite de oliva virgen extra, vinos de toda la provincia, embutidos, cervezas artesanas, pasas, higos, almendras, mangos y otros subtropicales, huevos, pastelería y pastas artesanas, mermeladas, miel, zumos naturales, patatas fritas, frutos secos, productos de cosmética natural, flores comestibles y especias, entre otros. El diputado de Desarrollo Económico y Productivo, Jacobo Florido, inauguró el pasado viernes una feria que ya en 2016 generó una facturación de casi 80.000 euros. Se confía en que la gran afluencia de estos días genere un incremento mínimo del 20% respecto a dichos números.

Un tercio de los visitantes residen en el municipio torroxeño, si bien es cierto que uno de cada cinco, en 2016, fueron de otras provincias andaluzas distintas a la malagueña. La marca Sabor a Málaga, a juicio de Florido, «adquiere en Torrox una proyección nacional e internacional, y sirve al mismo tiempo para atraer visitantes al municipio y a la comarca. Este año, igual que el año anterior, se han cubierto en la localidad todas las plazas hoteleras», expresó.

Como los productos autóctonos de cada comarca suelen ser los principales protagonistas en estos eventos, en Torrox tienen mayor presencia «recetas locales como el ajoblanco, el ajobacalao o las frutas subtropicales», como apuntan los responsables municipales.