El gerente de Frunet Bio, Antonio Lavao, ha dicho estar satisfecho después de que Alemania tenga que indemnizar a la empresa malagueña, junto con otra de Almería, tras haberlas culpado injustamente de la crisis del pepino. Además ha valorado que "por fin" es "un tema que se ha acabado definitivamente".

Lavao, en declaraciones a Europa Press, ha detallado que se "se ha llegado un acuerdo entre las partes. La parte de Hamburgo quería resolver el tema judicial para que no siguiera y nos ha hecho una oferta, que nos ha interesado y hemos llegado a un acuerdo".

Así, ha incidido en que ha sido "un acuerdo satisfactorio para ambas partes", al tiempo que ha añadido que "están satisfechos por dar carpetazo; nosotros, por supuesto también". "Es un tema que, por fin, se ha acabado definitivamente; ya, con este acuerdo, dejamos nosotros la vía judicial y finiquitamos el asunto".

Cuestionado por si ha podido repercutir este proceso a la empresa, Lavao ha señalado que "nosotros luchábamos por nuestra verdad; es una lucha, un poco quijotesca, contra el daño que hicieron". Asimismo, ha valorado el apoyo de los clientes y proveedores, que "nos animaban a seguir luchando porque eso fue muy injusto".

"Ya el tiempo pasa, la noticia se fue diluyendo y ahora era una cuestión técnica, de dar por zanjado el asunto, porque el tema judicial es muy largo y la otra parte también quería", asegurando, al respecto, que "cuando ambas partes quieren llegar a un acuerdo, se llega".

La Justicia alemana ha dado la razón a dos empresas agrícolas andaluzas de productos ecológicos, a las que el Gobierno de Hamburgo (Alemania) deberá indemnizar por los daños causados al haber sido acusadas "injustamente" en 2011 como origen del brote de la bacteria 'e-coli' que causó 56 muertos en el país germano, lo que se conoció como la 'crisis del pepino'.

De esta forma, las empresas de productos ecológicos, la almeriense Hortícola Costa de Almería y la malagueña Frunet Bio, deberán recibir indemnizaciones por los daños causados, ya que inicialmente fueron acusadas "injustamente" en 2011 como origen del brote de la bacteria 'e-coli', que causó 56 muertos en el país germano.

Tras estas acusaciones, y tras demostrarse que los pepinos que comercializan no habían sido los portadores de la 'e-coli', ambas empresas se querellaron contra el Gobierno de Hamburgo por los perjuicios causados. Ahora, seis años después, la Justicia alemana ha dado la razón a estas empresas de productos ecológicos. De esta forma, la Justicia alemana "obliga ahora a la ciudad a firmar un acuerdo mediante el cual su Gobierno se compromete a pagar una suma que no ha sido revelada pero que, al parecer, es de seis dígitos".