Las dos fuerzas de la oposición en el Ayuntamiento de Nerja, que suman la mayoría plenaria con 11 de los 21 ediles, han intensificado durante esta semana sus reuniones al objeto de poder plantear en este mes de septiembre una moción de censura contra el tripartito que integran PSOE, IU y EVA-Podemos. Así lo han confirmado fuentes municipales a este periódico y también otros líderes provinciales que participan en estas negociaciones.

Entre los flecos que quedan por resolver figuran no sólo el reparto de las delegaciones, sino también la implantación de un nuevo organigrama municipal, con el impulso a áreas que el tripartito habría mantenido olvidadas durante los dos últimos años, e incluso un modelo de gestión diferente en la Fundación Cueva de Nerja.

Al respecto, la portavoz de Cs en el Consistorio nerjeño, María del Carmen López, indicó ayer en un comunicado su malestar sobre la gestión del tripartito: «No vamos a consentir más el teatro que ha montado el equipo de gobierno en los últimos tres plenos municipales, porque no respeta lo aprobado en comisiones y aprovecha su celebración para engañar a los vecinos de Nerja y responsabilizar a la oposición del bloqueo institucional que se vive en la localidad».

También se refirió a la posibilidad de un giro en el gobierno, de la mano de los diez integrantes del PP: «Tenemos asuntos importantes que se dejan sobre la mesa por falta de documentación, informes o errores en la gestión. Si de verdad le preocupara al gobierno actual sacar adelante estos expedientes, sólo tendría que aportar los informes que les solicitamos o corregir los errores que hemos señalado. De todos es sabido que la gestión municipal en Nerja en estos años ha sido desastrosa y Ciudadanos no va a ser cómplice de la situación».

Expulsión de su excompañera

Precisamente se pronunció ayer la Comisión de Régimen Disciplinario de Cs y confirmó la expulsión de la excompañera de filas de López y desde hace unas semanas edil no adscrita, Lola Sánchez. Se le acusaba, en base al expediente que se le abrió, de no cumplir con las directrices del partido. Cs indicó que los estatutos son un marco inquebrantable «que garantiza la regeneración y transparencia de la formación».

Cs sostiene que la decisión tomada de manera unilateral por su exedil, la de «abandonar el partido y pasar al grupo no adscrito, no se adecua a las exigencias de una formación regeneradora y democrática como Ciudadanos».

«Cs es un partido que cumple sus estatutos, garantizando con ello la transparencia y la regeneración interna», argumenta en su resolución el Comité de Régimen Disciplinario de Ciudadanos, que a finales de julio ya acordó abrirle un expediente disciplinario.