La localidad rinconera de La Cala del Moral brindó anoche un multitudinario homenaje público al medio centenar de afectados por la inhalación de gas en un hotel de Cantabria, integrantes de una excursión que ayer regresaba a casa sin cinco de sus integrantes -la única víctima mortal de la intoxicación y cuatro personas que siguen ingresadas.

Numerosas personas se concentraron en la explanada del supermercado Supersol y arroparon a los expedicionarios y a sus familiares. Hubo además representantes políticos tanto locales como del ámbito provincial, en nombre de la sociedad civil malagueña, tal y como expresaron las propias autoridades a este periódico.

Antonia, una de las mujeres que resultaron afectadas de forma leve por el escape de gas, se emocionaba al recordar al único fallecido: «A José Manuel lo conocíamos todos en La Cala. Trabajaba en la fábrica de cementos Goliat y es una persona muy querida en el pueblo. Al ser pequeño, aquí nos conocemos todos. Además, una hermana tiene una papelería y su hija trabaja en el estanco», argumentó.

«Imagínate cómo estamos aquí, con tanta persona de viaje y la incertidumbre que hemos vivido desde el jueves. Es un palo difícil de recordar», agregaba Luis García, otro de los allegados que ayer permaneció desde las once de la noche pendiente de la llegada por carretera del autobús con todos los afectados.