Los agricultores malagueños siguen tremendamente preocupados por la falta de precipitaciones y las previsiones negativas que hay para este otoño. Con los embalses de la comarca de la Axarquía y del Valle del Guadalhorce en situación de alerta desde el mes pasado, los regantes mantienen su demanda de obras de infraestructura o trasvases que den seguridad a sus cultivos. «Estamos como hace justo un año, con apenas obras de emergencia en marcha y una sequía de la que no vamos a salir de un día para otro», expresaba un agricultor veleño al depositar una partida de mangos en la cooperativa Trops.

El presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, insiste en que la preocupación del sector agrícola en la provincia «cada vez es mayor». Y agregó que parece que la Junta está «preparándose para ver cómo se publica el posible decreto de sequía, porque la realidad es que seguimos consumiendo el agua y las reservas son cada vez más pequeñas».

Este portavoz sindical reconoce que se siguen manteniendo reuniones, aunque no se da cuenta de ellas «porque hay sequía en todas partes, incluso en Galicia, y no se quiere quemar con el mismo mensaje al interlocutor». Pero la realidad es que hay restricciones ya en muchas zonas y que la provincia de Málaga vuelve a estar como a finales de la década pasada, cuando hace ocho años se salía de una situación crítica que había llevado a establecer un anterior decreto de sequía, con sus correspondientes medidas.

Hay agricultores, precisamente de subtropicales como el mango, que han visto cómo se reduce al máximo su periodo de recolección por un agravante: las atípicas temperaturas para una primera semana de octubre. «Toda la fruta se está madurando rapidísimo. Estamos con un clima cada vez más tropical y con menos lluvias, lo que complica mucho nuestra labor y los precios, por saturación, están más bajos. El mercado no puede acoger tan rápido todo lo que estamos generando, al menos en nuestro entorno más cercano», relata otro portavoz.

Bellido también se refiere a la aceituna de mesa que en el Valle del Guadalhorce puede arrojar un año pésimo, porque hay árboles «que no se están regando como se requiere y que están azotados por unas temperaturas demasiado elevadas para estas fechas». Este ambiente seco y a la vez caluroso incluso podrá propiciar dificultades cuando llegue la cosecha de la aceituna para aceite de oliva.

Tampoco es optimista el presidente de la Asociación Nacional de Subtropicales, José Linares, que desde su sede de Vélez Málaga reconoce que faltan ya los calificativos para la falta de medidas por parte de las administraciones: «Lo único que se ha impulsado en un año es el aprovechamiento desde el río Chíllar, que aún no está ejecutado, y una actuación en el túnel de Rubite, en el entorno de Sedella», expresa.

Poco o nada se ha resuelto, según agrega, en un tema delicado como es el del aprovechamiento de las aguas residuales. «Como no se haga una obra en condiciones, tal y como se viene diciendo desde hace años, la Axarquía que es la zona donde menos llueve de Málaga no va a poder seguir siendo una de las principales locomotoras agrícolas para la economía de esta provincia», denuncia.