La moción de censura de Nerja parece de nuevo tan alejada como hace justo un año. Por entonces se empezaron a establecer unos primeros contactos de carácter autonómico para analizar la situación de este municipio, donde el PP y Cs podrían sumar los ediles necesarios para desbancar al actual tripartito, integrado por PSOE, IU y EVA-Podemos. Ayer, después de que el grupo municipal del Partido Popular firmase los documentos exigidos por Ciudadanos para negociar la gobernabilidad, fuentes de ambas formaciones reconocían que la distancia se había vuelto a abrir.

Al parecer, Cs llevaba una semana a la espera de que uno de los integrantes del grupo municipal del PP suscribiese el documento que finalmente firmado ayer por los diez concejales de esta formación.

El retraso se justificaba en base a unas supuestas diferencias entre la que estaba llamada a ser nueva alcaldesa y actual portavoz municipal del PP, Gema García, y el alcalde durante dos décadas y actual diputado provincial, José Alberto Armijo.

Sin embargo, el PP nerjeño lanzó a primera hora de la mañana de ayer el documento interno firmado por sus diez ediles y con el hueco en blanco para la firma de la única edil de Cs, suficiente para que prospere la moción de censura.

El hecho de que se hubiese aireado todo el proceso en exceso sería el detonante para que ahora Cs vuelva a «aparcar sin fecha» la posible moción de censura, según expresó un edil del PP a este periódico a última hora de la tarde.

Estas mismas fuentes habrían restado importancia al texto que acompañaba a las fotos que hizo circular el PP con las firmas de los diez concejales nerjeños: «Reunión del grupo municipal firmando en la sede local la moción de censura y el documento de compromisos con Ciudadanos. Unidos con el objetivo de devolver a Nerja a la senda del progreso».

Al contrario, consideran que Ciudadanos ha demorado la firma «por diferencias de la dirección provincial con la única representante municipal en el Ayuntamiento nerjeño».

Mientras tanto también trascendió durante la jornada de ayer lunes que integrantes del tripartito, después de que se hubiese señalado durante días que ayer se firmaba la moción de censura, habrían «agilizado el pago de facturas de hace unos meses, con la intención de dejar saldadas determinadas deudas con algunos proveedores». Dichas medidas, de confirmarse el aplazamiento en la moción de censura, incluso sorprendieron a empresarios que llevaban meses a las puertas del Consistorio para cobrar por los servicios contratados y ya ejecutados.

El domingo había trascendido hasta la hora fijada para la presentación de la moción de censura en el registro de entrada del Consistorio: las 11.30 horas de ayer.

Pero pasadas las diez de la mañana, tal y como adelantó este periódico en su edición digital, fuentes de ambos partidos reconocían que la moción no se registraría, «quedando pospuesta hasta encontrar una nueva fecha».

Un giro inesperado de los acontecimientos que deja de nuevo en manos de Cs una negociación que de manera intermitente ha arrojado capítulos y más capítulos desde noviembre de 2016.