La Asociación Española de Tropicales, con sede en Torre del Mar, ha emitido un comunicado rotundo contra la Junta de Andalucía a la que acusa de absoluta dejadez y falta de compromiso en la gestión de la Cuenca Mediterránea andaluza cuyas competencias le corresponde de manera íntegra.

En una nota hecha pública, el colectivo afirma que la Consejería de Medio Ambiente es el único órgano competente en la gestión del agua, tiene toda la responsabilidad en la materia y no puede delegarla en otras administraciones.

La entidad afirma que hace diez años, la Junta de Andalucía aprobó los proyectos competentes para paliar los efectos de la sequía, como la construcción de las conducciones necesarias para incorporar a la red de distribución el agua de los pozos del río Chíllar y del pozo de las Monjas; los de la Vega del río Vélez e incorporar a la red el agua regenerada de las depuradoras de Rincón de la Victoria y Vélez Málaga, además de desatascar el túnel de Rubite y aprovechar el agua de la depuradora de Algarrobo-Torrox.

Estas obras tenían que estar terminadas en su totalidad hace al menos seis años, según la asociación, y su finalización ha sido exigida por la asociación y por el sector de los tropicales al completo.

La institución afirma que estas obras, que están proyectadas y presupuestadas, habrían reportado estos años un incremento de 108 hectómetros cúbicos de agua almacenada en el pantano de la Viñuela y permitiría el riego durante cinco años, a partir de hoy , asegurando cuando menos la producción actual.

La dejadez de la Junta de Andalucía al incumplir sus propios compromisos provocará previsiblemente una énorme pérdida económica, según denuncia la Asociación Española de Tropicales, ya que la falta de estas infraestructuras ha llevado a la Junta de Andalucia ha prever severos cortes de agua para riego, poniendo en riesgo miles de plantaciones y decenas de miles de puestos de trabajo.

Por todo ello, la Asociación Española de Tropicales señala a la Junta de Andalucía y a la Consejería de Medio Ambiente como responsables sociales y económicos de los daños que sufra la zona los próximos años como consecuencia de la ausencia de precipitaciones ya que afirman que el incumplimiento de sus compromisos provocará una catástrofe en la actividad económica y laboral del sector, en caso de que no llueva.