Las comunidades de regantes de la Axarquía ultiman, en los casos en los que era necesario, los trámites administrativos para ajustarse a las normativas que exige actualmente la Junta de Andalucía y que permiten la óptima distribución de los escasos recursos hídricos que mantiene el embalse de la Viñuela. Sin embargo, con al menos una docena de expedientes por completar, el sector agrario sigue sin comprender por qué un año después y con la sequía tan presente todavía no se ha completado la conexión entre el río Chíllar, en el término nerjeño, y el pantano axárquico, que abastece al subtropical y al resto de cultivos de regadío en la comarca.

«Nosotros estamos cumpliendo, no nos quejamos de los recortes que mantenemos desde hace casi un año, desde Semana Santa de 2017. Pero ni recibimos compensaciones a cambio ni la Junta cumple con lo prometido en materia de infraestructuras», relata al representante de Asaja en la Axarquía, Benjamín Faulí, uno de los portavoces de las numerosas comunidades de regantes que alberga la costa oriental.

«Es normal que exista este malestar. Yo mismo como portavoz de nuestro sindicato respaldo esa indignación. Es una promesa de hace casi un año que sigue sin haberse cumplido. Pero también se sabe poco acerca del prometido decreto de sequía, que al no haberse aprobado aquí nos deja en una situación por la que no podemos acogernos al nacional», señala el propio Faulí.

Otros portavoces agrarios insisten en la necesidad de que se inicien obras de mejora de las canalizaciones o bien que se fijen ayudas al sector por las pérdidas que ya genera la sequía. UPA o COAG abundan en que se ha hablado de la posible condonación del pago del IBI en las fincas agrícolas o el establecimiento de otras ayudas.

El coste del impuesto de naturaleza rústica «es bastante alto en la Axarquía y el Guadalhorce, con lo que sería un auténtico alivio al agricultor», reconoce el portavoz de Asaja.

Pero es que los recortes en el campo se registran desde abril del pasado año y existen empresarios agrícolas que se plantean sembrar determinadas variedades por miedo a no poder regar.

El subtropical también ha experimentado un receso en el exponencial crecimiento de los últimos años, pese a que se erige en uno de los pilares económicos de la provincia, al superar la barrera de los 300 millones de euros anuales facturados.

La Junta expresa que las obras del río Chíllar avanzan todo lo rápido que se puede, «teniendo en cuenta el papel que también juegan en esta iniciativa los regantes nerjeños y el Ayuntamiento de la localidad». El objetivo es poder sumar, con esta medida, de 1 a 2 hectómetros anuales a La Viñuela.