El portavoz axárquico de C's y alcalde de Alcaucín, Mario Blancke, criticó la forma de proceder del presidente de la Mancomunidad oriental, Gregorio Campos (PSOE), respecto al cobro de dietas hasta por reunirse con sus trabajadores: "En política también hay que cuidar la estética. Llega a ser hasta más importante que la legalidad. Es por ello que se dice que los actos de los representantes públicos no solo tienen que ser legales, también tienen que tener la apariencia de legalidad", matizó.

"En el caso que nos ocupa serán los jueces que determinen si el presidente ha incurrido en una ilegalidad. Pero sin duda podemos achacar como mínimo una falta de estética que, después del pleno de octubre de 2015, no haya devuelto las dietas que cobró. No soy quién para afirmar que ha sido un olvido voluntario o más bien un desliz", indica.

Blancke expresa que el secretario-interventor, no obstante, "tenía que haber recordado al presidente la dualidad creada a raíz del cobró de su sueldo con efecto retroactivo y el cobro anterior de las dietas".

Y mariza el efecto de estos casos entre la ciudadanía y la responsabilidad que tienen determinados grupos políticos en este asunto: "Está claro que la oposición está haciendo populismo con esto cuando hablan de la subida de la cuota del agua en la empresa Axaragua. Es un problema aparte que necesita urgentemente un análisis en profundidad sobre sus costes de funcionamiento. Pero lo que no me deja de sorprender es que nadie comente una situación totalmente innecesaria, incluso grotesca y vergonzosa y es el cuadro que recoge La Opinión de Málaga sobre los sueldos que perciben los mandatarios".

El alcalde de Alcaucín se refiere sobre todo a los sueldos millonarios de los tres vicepresidentes: "¡Menos mal que no hay cuarto ni quinto!. ¿Alguien es capaz de justificar la necesidad de una dedicación exclusiva de un vicepresidente segundo y una dedicación parcial de un vicepresidente tercero? Luego nos quejamos de la pérdida de confianza de nuestros vecinos en sus instituciones", concluye.