Es responsable de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Málaga. Pero en numerosos foros ya es conocido como el policía feminista. Este agente residente en Torre del Mar ha emprendido su propia lucha contra los malos tratos. No sólo se enfrenta a la violencia hacia las mujeres desde su labor profesional, también imparte charlas a estudiantes o presenta, como en estos días, un libro donde divulga casos que ha podido conocer en primera persona y que, con nombres ficticios, sirven para concienciar sobre esta lacra social.

En el volumen titulado «La lucha contra la violencia de género: vivencias de un Policía» (Círculo Rojo), Álvaro Botías considera que se rompe «con el esquema habitual, puesto que cada uno de los relatos se inspira en una mujer, a día de hoy, superviviente». Añade que se considera un afortunado por haber podido ayudar a cada una de las féminas que están detrás de cada historia: «Por supuesto que se han usado nombres ficticios y se han adaptado y modificado oportunamente los relatos. Pero cada ejemplo debe servir como prueba de que hay salida, de que el maltrato no es el final. No señora, más bien es el principio de una vida que, tras dar un giro de 180 grados, os dará plenitud».

Este agente ha intentado configurar el libro con perfiles muy distintos en cuanto a edades y situaciones sociales. Así pretende demostrar que el único requisito para ser víctima del machismo es ser mujer. «Encontraréis a una adolescente de 15 años; a una mujer hecha y derecha con hijos emancipados, a quien su maltratador tuvo sometida durante la friolera cifra de 30 años; otra señora fue víctima de un delito de acoso a manos de su expareja; mientras que una mujer joven, a raíz de una ruptura accidentada, sufrió la venganza en forma de delito contra la intimidad», manifiesta Botías.

El policía afincado en el corazón del litoral de la Axarquía añade a los seis relatos, como complemento, una reflexión «con tintes marcadamente pedagógicos», según aclara. Persigue de esa manera generar la conciencia social tan necesaria, así como aportar herramientas que les permitan enfrentarse a la violencia de género, en el caso de las mujeres que puedan identificarse con las diferentes víctimas.Aportación solidaria

Como aliciente añadido a aquellas personas que se acerquen a la obra, el 25% de los beneficios obtenidos por el autor contribuirán a ayudar a asociaciones que ayudan a víctimas y supervivientes. Capítulo aparte merece, en el desarrollo del libro, la importancia de las actuales tecnologías, que en ocasiones «son usados como instrumentos de control por los maltratadores más jóvenes», explica también el autor.

En su caso, destinado en el Grupo de Investigación de la Unidad de Familia y Mujer desde abril de 2015, tres años de experiencia dan para un gran número de situaciones y casos sobre las consecuencias que genera el machismo. Explica asimismo que la editorial Círculo Rojo «recibió la obra con mucha alegría, de manera que desde el primer momento todo fueron facilidades».

Álvaro tampoco oculta una realidad en cuanto a la normativa vigente, la Ley Orgánica que sirve de referencia y que data de 2004. «Aunque fuera pionera en su momento, llegando incluso a ser adoptada por democracias europeas con más canas que la nuestra, los cambios sociales a los que nos estamos viendo sometidos ya piden modificaciones», denuncia.

Confía en que por ejemplo puedan implantarse «más recursos». Y a las mujeres, mientras llega tal momento, les recomienda de manera explícita: «Tenéis que quereros mucho. Conoceros, saber quiénes sois y qué queréis en vuestro futuro, ser independientes. No dejéis de perseguir vuestros sueños con ahínco y jamás, repito, jamás, dejéis que ningún hombre os impida conseguirlos. El amor no duele ni exige sacrificios. No sintáis vergüenza en contarlo», afirma este policía feminista, todo un ejemplo de lucha.