Las toxinas vuelven a amenazar a un sector azotado durante años por las restricciones y en claro declive en la provincia, como es el de los mariscadores. Un centenar de familias han visto cómo desde el pasado 16 de julio su única fuente de ingresos ha dejado de ser un recurso.

Ante esta y otras preocupaciones del sector, representantes de los pescadores en Caleta de Vélez se han reunido este jueves con dirigentes socialistas autonómicos y locales. Al encuentro han asistido la patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, Mari Carmen Navas, el alcalde veleño, Antonio Moreno Ferrer, y los parlamentarios andaluces Mari Nieves Ramírez y Jesús Ferrera, que ejerce en sede autonómica de portavoz de Pesca en la Comisión de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.

El PSOE se ha comprometido a defender los intereses de estas familias y a reforzar la protección de más de 800 familias que vive de la pesca en toda la provincia. Asimismo, esta formación ha pedido que se llegue al consenso con el sector para fortalecer la rentabilidad de sus productos, especialmente los vinculados a la pesca de arrastre.

Navas ha expresado a este periódico que el sector pesquero quiere dejar de ser el responsable de todos los males en el Mediterráneo: "Si sabemos que el principal depredador de la medusa es la tortuga y que esta ha desaparecido casi por completo porque muere al comer plásticos, por qué se nos acusa a nosotros", se cuestiona. Asimismo ha recordado que hay especies invasoras que se alimentan hasta de 60 o 70 kilos de peces diarios, prácticamente lo que llega a pescar al día una embarcación de las que faenan en la Bahía de Málaga. "Tampoco se habla de esas especies cuando Bruselas habla de que el mar Mediterráneo está agotado. La realidad es que apenas hay 93 barcos de arrastre para unos 500 kilómetros de costa que comprende todo el Mediterráneo andaluz", remarca.

Ferrera insiste en la necesidad de que las autoridades comunitarias "conozcan las características específicas del litoral andaluz, donde puede desaparecer el sector pesquero si no hay sensibilidad a las reivindicaciones que se plantean desde puertos como el de Caleta". Los responsables socialistas abundan en que no puede aplicarse una nueva normativa común a todas las regiones mediterráneas, porque la problemática es bastante diferente en unas y otras. "En Andalucía las cosas las estamos haciendo bien y eso Bruselas debe tenerlo en cuenta, somos responsables porque en la sostenibilidad del caladero está la rentabilidad del producto y la estabilización de empleo y riqueza para las familias".