­Mirar por la ventana día tras día y ver solo el muro de hormigón de un aparcamiento. No tener espacio para jugar en el recreo. No saber lo que es un laboratorio o cualquier otro tipo de aula específica. Los barracones son estructuras educativas provisionales que tienen fecha de caducidad y que se utilizan como alternativa a la falta de infraestructuras educativas o mientras éstas se construyen. En la Torre de Benagalbón, en el Rincón de la Victoria, 240 escolares empezarán el nuevo curso en estos módulos porque el nuevo instituto no estará a tiempo. Y muchos de ellos, cuando terminen la etapa obligatoria, habrán pasado más de la mitad de su vida escolar en barracones.

Son los alumnos que proceden del colegio Josefina Aldecoa. Allí también tuvieron que estudiar en módulos prefabricados durante su etapa de Infantil y Primaria. La historia se repite para ellos. Y de eso se quejan los padres. Belén Valverde, coordinadora de la Plataforma Rincón Educa, lleva mucho tiempo, «demasiado», bregando con la Administración. «Y no lo hacemos por gusto. Esto no es competencia de los padres. Pero tenemos la sensación de que si no llega a ser por nuestra lucha, el nuevo y necesario instituto no se habría ni empezado», relata.

Estos niños han ido promocionando de curso «sin los mismos recursos con los que cuentan sus compañeros de otros centros», se lamenta. Ahora volverán a tener que estar en aulas prefabricadas, que se instalarán en una parcela situada justo al lado de las obras, lo que también alerta a las familias, por el peligro que esta situación puede entrañar en sus hijos.

Por ello, esta misma semana los padres han mantenido una reunión con responsables del ISE Andalucía, a la que también asistió la delegada territorial de Educación, Patricia Alba, y el jefe del Servicio de Planificación Educativa, Marcelo Gaitán. Y según destacó Alba, se han tenido en consideración algunas de las peticiones efectuadas por las familias. Por ejemplo, las grúas serán trasladadas a una zona más alejada del lugar donde estarán los barracones, «de manera que no habrá ningún tipo de riesgo», destacó la delegada.

Sin embargo, los padres, que no comparten que la Junta se haya decantado por este terreno, «cuando tenía otros disponibles que el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria había ofrecido», insisten en que la contaminación acústica (ruido de las propias obras) y medioambiental (polvo generado) es perjudicial. Educación señala que el Consistorio del PP no ofreció una alternativa «hasta que fue demasiado tarde y ya no daba tiempo» y, por otro lado, justifica la elección del terreno anexo a las obras del nuevo instituto a que los alumnos podrán ir utilizando las instalaciones que se vayan terminando de manera progresiva. «Es lo que nos han dicho. Por ejemplo, el polideportivo. Conforme se vayan consolidando partes del edificio independientes se van a poder hacer uso de ellas», explicó Belén Valverde.

De momento, en Rincón tampoco se han llegado aún a instalar los módulos y en su lugar «solo hay una gran explanada asfaltada, pero queda mucho por hacer», alerta esta madre.