­Fue alcalde de Vélez Málaga entre 1996 y 2007 y, después de ocupar el cargo de delegado provincial de la Junta en materias como Turismo y Comercio, hace ahora seis años que volvió a ejercer como médico de familia. Antonio Souviron ha decidido regresar a la arena política, tras «meditarlo mucho y certificar la falta de proyecto de ciudad que ha padecido la capital de la Axarquía durante la última década». Considera asimismo que en aquel modelo que ideó quedan iniciativas por culminar. Será candidato de Por Mi Pueblo, como José María Gómez en Rincón de la Victoria o Abdeslam Lucena en la localidad de Benamocarra. Y justo en estos días también se preparan las nuevas agrupaciones de estas siglas independientes en Alcaucín, Frigiliana o Nerja. Casado y con cinco hijos, el fundador en Málaga del único máster español especializado en Medicina Genómica arremete en esta entrevista contra los grandes partidos y el clientelismo que los caracteriza.

Ha militado en el PSOE desde el año 1981 y hasta hace muy pocas fechas. ¿Cuáles son los pecados que progresivamente le han llevado a cambiar de siglas?

Voy a hablar de lo que yo mejor conozco, que es el PSOE de Vélez, aunque creo que el problema está en los dos grandes partidos y puede generalizarse por todo el país. A la política yo tengo claro que se viene a trabajar, no a ser el mayordomo o el mejor pelota de los jefes, del aparato de tu formación. Si en el equipo de gobierno veleño la culpa de todos los males es el pacto con el Grupo Independiente de Torre del Mar, yo les digo que no es así. Yo mismo goberné también en coalición con este mismo partido y la diferencia es que nos dedicamos a gestionar proyectos. Éramos en primer lugar gestores. Si en Torre del Mar se trabaja y tú no trabajas, el problema lo tienes tú.

¿Cree que sus sucesores en las filas socialistas se acomodaron?

Si el aparato premia al más pelota y al buen gestor lo aparta para que no le haga sombra, está claro lo que vas a conseguir. Por eso estoy ahora en un partido independiente, porque no quiero tener que rendir cuentas a nadie. Solamente a los ciudadanos, a los que verdaderamente tenemos que rendir cuentas cada cuatro años. Le pondré un ejemplo. Después de perder en 2007 las elecciones, llegabas a la Casa del Pueblo y las presiones eran tremendas para poner la moción de censura. Había que ponerla como fuese, porque si no la gente, los afiliados, no iban a tener trabajo. Pues bien, el PSOE aún está pagando aquella decisión, la que se tomó en 2008. Fue un gran error y yo mismo asumo la parte de responsabilidad que tenga que tener en aquello, aunque directamente no fui responsable.

¿Se arrepiente de alguna decisión concreta de aquellos días?

El mayor de los errores personales que cometí fue el presentarme a las elecciones en 2007. Ganó el PP por unos centenares de votos y quizás no tenía que haber dimitido. El partido entonces empezó a presionarme mucho. A raíz de ahí vino el desastre del PSOE en Vélez. Visto con perspectiva aquello no tenía ninguna explicación. Si pierdes unas elecciones y no logras la mayoría, tienes que consolidarte como alternativa en la oposición. Lo tengo clarísimo.

¿Por qué vuelve justo ahora?

Porque no me encuentro ni una sola persona que me diga que las cosas se están haciendo bien. Esto es un barco sin rumbo y a mí me duele. Podría mirar para otro lado, pero eso no va conmigo. Especialmente tienes que volver si, pasados diez años, todavía los temas de debate son tus proyectos. Playa Fenicia, las viviendas de madera, el ascensor en la zona de La Villa o el transporte tranviario.

¿Por qué elige Por Mi Pueblo?

Porque es el momento del partido participativo. La parálisis que vive el municipio veleño viene por ahí. Vemos cómo Carmena quiere crear una plataforma ciudadana al margen del aparato de cualquier partido. Y en estos tiempos seguro que van a seguir surgiendo más iniciativas locales en las que no haya que preguntar a la gente de qué partido es. Se trata de plantear qué quieres que haga por ti y no a quién votas. Ese modelo de Casa del Pueblo, al que iba el militante a que lo colocaran, es de otra época. Estamos en otros tiempos.

¿Y el tranvía para cuándo?

Poner un tranvía es muy difícil. Quitarlo, muy fácil. Un municipio no puede permitirse tener en vía muerta el mejor transporte urbano que existe. Si lo tienes y te lo han pagado íntegramente, porque hemos atraído inversiones, quitarlo es una decisión que no va a favor de la ciudadanía. Pero recuperarlo requiere trabajo. Trabajar mucho. Y volvemos a lo que antes decía. No veo que haya gestores y sí muchos mayordomos y pelotas.