La antigua travesía de la carretera N-340 que une las localidades de Nerja y Torrox, y no hasta la próxima semana, como inicialmente había informado el alcalde torroxeño, Óscar Medina (PP). Los técnicos municipales reunidos ayer aconsejaron una mayor precaución ante la posibilidad de que se produzcan nuevos desprendimientos en la zona. De hecho, ayer volvió a llover en el litoral del municipio.

«Queremos tener todas las garantías y que el terreno pueda recuperar la estabilidad que estas últimas lluvias, tan cuantiosas, le han quitado. Técnicos municipales y los responsables de la construcción de este tramo de la vía desaconsejan reabrirla como inicialmente se había dicho», expresó el regidor a este periódico. Serán necesarios trabajos de contención del talud contiguo a la vía, entre las urbanizaciones Punta Lara y Calaceite, a la altura del punto kilométrico 288.

En dicho lugar, poco antes de las cuatro de la tarde, una roca de más de cinco toneladas cayó sobre la carretera segundos antes de que pasaran sobre su trazado varios vehículos. Algunos conductores detectaron la caída de piedras de menor tamaño, por lo que redujeron la velocidad y evitaron lo que hubiese podido ser una tragedia, según expresaron varios testigos.

El Ayuntamiento, que tiene las competencias del mantenimiento de este tramo de la vía, calculaba en 50.000 euros la inversión necesaria para estabilizar la zona. Sin embargo, tras un análisis pormenorizado de la montaña desde la que se desprendió la roca, dicha cantidad podría ser mucho mayor.

A finales de 2009 se cayó una lengua de tierra y rocas, junto a la torre vigía de Calaceite, que mantuvo semanas el tráfico cortado entre Nerja y Torrox-Costa, a poca distancia del lugar donde se deprendió la roca el martes. Entonces también se desvió la circulación entre ambos municipios por la A-7.

La entonces alcaldesa, Toñi Claros, recordaba que en 2004 se produjo un desprendimiento en la misma zona, que interrumpió el tráfico un mes. Tras ese episodio, en 2006, el Gobierno central cedió al Ayuntamiento las competencias del mantenimiento de la vía. Y fueron trabajadores municipales quienes gestionaron el martes la demolición de la roca que ocupaba más de un carril en dicha carretera. Las labores de mejora del firme se retomarán después de estas lluvias.

Nuevo desprendimiento

Sobre las ocho de la noche de ayer se produjo otro desprendimiento de rocas en la carretera A-7206 que une las localidades axárquicas de Sayalonga y Algarrobo, que tuvo que ser cerrada al tráfico, informó el servicio de emergencias 112.

Tampoco en este caso hay que lamentar heridos. Efectivos de la Guardia Civil y del servicio de mantenimiento de carreteras se desplazaron rápidamente al lugar del siniestro para restablecer el tráfico lo antes posible.