Dos vídeos grabados por los servicios de rescate que tratan de localizar a Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo el pasado domingo en una finca de Totalán, muestran el estrecho y profundo hueco por el que se deslizó el pequeño y las dificultades que un espacio tan angosto supone para los rescatadores.

Las imágenes muestran el descenso a más de 70 metros de profundidad de uno por el pozo y cómo es bloqueado su paso por el tapón de piedras y grava situado en ese punto. De hecho, también se observan los intentos de aspirar ese material para eliminar el tapón y dejar el espacio libre. En cuatro días se ha retirado alrededor de un metro de material y se ha entubado el pozo, con idea de que se eviten nuevos desprendimiento.

Las imágenes del tubo aspirador de ventilación seca da una idea de las dificultades y lentitud de este trabajo, que obliga a sacar a la superficie el material del tapón, recorriendo una distancia de más de 70 metros hasta salir del pozo.

La lentitud de esta alternativa, aunque no se ha descartado, ha llevado al equipo de rescate a plantear otras alternativas, como la construcción de dos pozos paralelos al original (previo entubamiento de este) y un túnel horizontal desde la ladera del monte.