Todo debe estar listo a primera hora de la mañana para que, al fin, dos potentes perforadoras inicien la construcción, de 1,2 metros de diámetro y situados a una distancia mínima de 3,5 metros para no generar desprendimientos en el conducto en el que permanece Julen desde el pasado domingo.

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La solución técnica para poder acceder al pequeño ya no cambia de un día a otro, sino que ayer dio un giro a raíz de nuevas dificultades orográficas. De las perspectivas óptimas de primeras horas de este jueves se pasó al pesimismo del mediodía, cuando se eliminaba la posibilidad de construir una galería casi horizontal, con un ligero desnivel de 15 grados, como consecuencia de la falta de estabilidad del terreno.

Como avanzó este periódico el pasado miércoles, la madrugada anterior había sido negra en este sentido. Los expertos comprobaron de primera mano cómo en el cerro donde se localizan los trabajos los estratos son bastante diversos y en algunos casos propician corrimientos masivos de material. Ayer por este motivo todos los esfuerzos se centraron en culminar la plataforma para impulsar hoy la perforación del conducto vertical proyectado, de 1,2 metros de diámetro. Pero descartada por ahora la galería horizontal y al objeto de tener dos vías para el acceso a Julen, de inmediato proyectaron los ingenieros un segundo pozo vertical y paralelo.

Una vez que se construyan ambos conductos, como confirmó el delegado provincial del Colegio de Ingenieros de Caminos, Ángel García Vidal, desde una plataforma situada a unos 30 metros bajo la superficie del pozo existente, ahí tomarán el relevo los integrantes de la Brigada Minera de Salvamento. Es decir, la excavación de ayer permitió que las perforaciones previstas durante la mañana comiencen a una cota de 30 metros bajo la superficie y a lo largo de este viernes habrá que salvar, mediante perforación, los otros 50 metros que llevarán a los mineros hasta una profundidad de 80 metros respecto a la boca del pozo por el que cayó Julen.

García confirmó que la amenaza de lluvia para este fin de semana «representa un contratiempo», siempre que sea intensa (algo que a priori no está previsto). En este sentido expresó que afectaría más a la excavación, que se realiza habitualmente a cielo abierto, que a las perforaciones. Matizó que con las dos aperturas finalizadas, para las que no se atrevió a dar plazos, los integrantes de la Brigada deberán construir sendas galerías, de 3,5 a 4 metros, para conectar los dos nuevos pozos con el existente, al objeto de poder así llegar al lugar en el que se encontraría el niño. Incidió también en que todo lo planeado puede verse alterado de un día para otro o durante horas, tal y como pasó este jueves.

El trabajo de meses, en tres días

García fue bastante contundente al afirmar que las obras desarrolladas hasta ayer, con el análisis de un amplio equipo de expertos o la elaboración de material para la ocasión, al margen de las dificultades técnicas encontradas, en un caso genérico hubiesen requerido de meses para completarse.

«Estamos ante un trabajo de ingeniería muy difícil y complicado. Es una tarea compleja donde las haya y por eso es importante visualizar cómo las tres administraciones implicadas estamos trabajando conjuntamente, Gobierno central, Junta de Andalucía y Diputación de Málaga», manifestó la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez.

Enumeró la totalidad de agrupaciones, colectivos públicos y de carácter privado, además de trabajadores que aportan las distintas administraciones y argumentó que se ha dado prioridad a la opción que permita «llegar a Julen cuanto antes y con seguridad, tanto para él como para los trabajadores. Aquí no vamos a parar ni un solo minuto. Nadie del equipo pone en duda que vamos a sacarlo y cruzamos los dedos para que salga con vida», finalizó.

Acerca de las dificultades técnicas, al cierre de esta edición indicaba una de las empresas privadas que colabora en estas tareas la gran cantidad de «estratos de pizarra que hay en esta parte de Totalán. Nos hemos encontrado algunos tan duros que no nos permiten avanzar apenas», explicó. Al respecto, García Vidal subrayó ya caída la noche que hoy podrían retomarse incluso las labores para succionar el pozo donde se localiza el pequeño, las que quedaron interrumpidas el pasado miércoles porque ni siquiera se había logrado avanzar un metro.

Sobre el tiempo que se invertirá en terminar las perforaciones previstas para hoy, el propio ingeniero no quiso aventurar plazos. «Dependerá del terreno, puede que se necesiten 12, 14 o 16 horas. Pero posteriormente el trabajo deberá continuarse a mano y ahí sí que los plazos no pueden precisarse. No sabemos qué capas habrá en esa profundidad», expresó.

Las previsiones a la baja, menos optimistas, barajan que finalmente podría adentrarse el primer minero en la zona baja del pozo este próximo lunes. Pero todo dependerá también de esas previsiones meteorológicas que anuncian lluvia para este fin de semana. «Estamos ante una situación que es difícil e inédita y no podemos predecir nada. Todas las decisiones se van tomando conforme van pasando las horas y se va estudiando la situación», concluyó.

Ayer, el delegado en funciones del Gobierno andaluz en Málaga, Francisco Fernández España, insistió en que todos los agentes implicados están «ansiosos de que se pueda tener un resultado positivo». Pero ante esa ansiedad generalizada, en el entorno de la familia, la Junta desarrolla un papel determinante en cuanto a la atención psicológica. Ese grupo también tiende sus manos a Julen.