La asociación Save Our Homes in Axarquía, más conocida por las siglas Soha, inició su andadura en la localidad de Alcaucín hace más de una década. El pasado año conmemoraban dicha efeméride con la esperanza de ver en 2019 un nuevo horizonte hacia la regularización definitiva del medio millar de inmuebles que pertenecen a otros tantos asociados.

Son sólo una pequeña parte de los afectados por un problema que en la provincia reúne a más de 20.000 familias, pero no deja de ser, pese a que en su caso sólo lo conforman residentes nacidos fuera de España, el colectivo más numeroso. Desde un principio trabajaron de forma solidaria, «costeando a los abogados y asesores mediante rifas o aportaciones benéficas por parte de los asociados». Incluso en algunas reuniones se sumaban vecinos españoles concienciados del creciente altavoz que suponía Soha en el marco autonómico.

Cuando hace unos días tomaba la palabra en Sevilla el consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, para analizar las distintas iniciativas aprobadas por el Consejo de Gobierno, muchos integrantes de Soha no tardaron en compartir las primeras informaciones publicadas por los cauces oficiales.

Para muchos fue «como un jarro de agua fría» para sus aspiraciones, sobre todo por el hecho de que en el nuevo Ejecutivo figura Cs y es precisamente esta fuerza política la que se comprometió a inicio de 2015 a cambiar algún día las cosas en cuanto al salvaje urbanismo que padecía buena parte del interior de la Axarquía.

De hecho, en aquella misma primavera de hace cuatro años, el portavoz de Soha, Mario Blancke, que ya era edil por Los Verdes en Alcaucín, optaba por liderar una candidatura local por Cs a apenas unos kilómetros de Cútar, la cuna materna de Albert Rivera.

Mario consiguió llegar a su actual cargo de alcalde y en la Junta gobernó el PSOE con el apoyo de su partido. Se empezó al fin a ver la luz. Pero en el seno de Soha se aspira a dar los pasos finales, los pocos que restan. «No queremos a esta altura medias tintas», dicen.