El alcalde en funciones y candidato del PP en Rincón de la Victoria, Francisco Salado, confirmó el pasado miércoles el octavo concejal de su formación, en detrimento de Por Mi Pueblo (PMP), y de esta forma confía en que el camino sea aún más fácil en la negociación de un posible pacto estable con el que pueda seguir como regidor.

El Partido Popular rinconero se quedó sin posibilidades de lograr un acuerdo de estas características en 2015, pese a ser también la fuerza más votada, pero considera esta vez que el escenario «presenta distintas variantes, y todas favorables», para que Salado pueda ser investido como alcalde.

Aunque esta vez un error telemático repetido en múltiples mesas a lo largo y ancho del país es el que le ha otorgado un edil más al PP, hace cuatro años hubo otro reajuste oficial que sin embargo redujo de ocho a siete los concejales obtenidos por este partido. Así se pudo propiciar un pacto de las izquierdas locales, con PSOE, Ahora Rincón e IU, al que se sumaría también el PA.

Dicho cuatripartito tardó menos de dos años en quedar reducido a un bipartito y dio lugar a un pacto entre PP y andalucistas, con el respaldo sin entrar en el gobierno de Cs, que derivó en la moción de censura que auparía a Salado al principal sillón plenario.

Entre las opciones de gobierno que se presentan ahora, el PP podría sumar apoyos desde las filas de PMP, que con el exandalucista José María Gómez como alcaldable ha sumado dos ediles; por parte de los dos concejales obtenidos por Cs; e incluso puede alcanzar acuerdos con el único representante de Vox. De esta forma no se descarta que haya un gobierno de hasta 13 de los 21 concejales.