Vuelven a las playas malagueñas las mareas anaranjadas por la alta acumulación de algas. Un fenómeno que no es ni mucho menos nuevo, pero que el verano desató la alerta entre los bañistas, sin saber que era totalmente inocuo, y hasta generó el izado de algunas banderas rojas en el litoral.

El Aula del Mar ya advirtió de que se trata de un acontecimiento "absolutamente natural" contra el que no se debe actuar, porque podría acarrear "efectos dañinos contra el equilibrio marino". Sólo resta esperar que las corrientes marinas vuelvan a arrastrar las algas y en algunas zonas "el desove del boquerón y la sardina", también con tonos rojizos, hacia otras áreas costeras.

En el litoral nerjeño y en muchas playas de la Costa Tropical granadina también aparecieron este domingo centenares de ejemplares de unos invertebrados cristalinos que no deben confundirse con las medusas, tan temidas durante estos últimos veranos en las costas malagueñas. Se trata en este caso de salpas, "animales de pequeño tamaño en comparación a las medusas y que tampoco son dañinos ni tienen que generar ningún tipo de alarma".

El Observatorio del Mar asegura que las salpas son "taliáceos invertebrados no pertenecientes" a la familia de las medusas, de manera que se pueden tocar sin que generen episodios urticantes: "En absoluto entrañan peligro para los bañistas". No se trata de peces y se reproducen en colonias, como también han reseñado fuentes del Aula del Mar en Málaga.

Debido a que la pasada semana se produjeron fuertes temporales de Poniente en el Estrecho, es habitual que en estos casos se genere un afloramiento máximo de especies como esta en determinadas áreas recién azotadas por corrientes. Habitualmente suelen llegar a las playas fuera de las épocas de baño, de manera que en esta ocasión han generado en las redes sociales una alerta que en cualquier caso debe diferenciarse de la que propician las llegadas masivas de medusas.